Lo de HOY
Por: Pascual Ortiz
Cuando la familia se deja conducir por los corazones de Jesús
y María, se arriesga a ser feliz, vive
el encuentro del amor más fecundo que une a la pareja y los hijos/as.
El Papa Francisco
continua reflexionando el tema de la familia, ahora nos motiva a
vivir el compartir con alegrías los
“bienes de la vida y ser felices de poderlo hacer”. Celebramos el mes de la familia y la no
violencia. Estas reflexiones deben de ayudarnos a mejorar nuestra relación
familiar. Todo depende de nuestra actitud y de cómo la familia vive en el hogar
cada momento su convivencia.
Creo, que la familia cristiana de hoy ha sabido responder a
la relatividad en que la sociedad impone la relación y experiencia. Ha tenido
que vencer ataque feroce, despiadado, incomprensible en contra de la
institución familiar. Mostrando su fidelidad al matrimonio tradicional. Vocación
que se fundamenta en el amor fiel y fecundo.
Evidente en los
hijos e hijas, en el respeto de ambos; hombre
- mujer.
Cuando la familia se deja conducir por los corazones de Jesús
y María, se arriesga a ser feliz, vive
el encuentro del amor más fecundo que une a la pareja y los hijos/as.
Estamos en un tiempo, donde la familia necesita más que nunca
encontrarse con Dios. Para que ese encuentro tenga durabilidad, debe hacerse a
través de la intermediación de los corazones de Jesús y María. Que une toda relación de pareja. Hace fecundo, fiel, respetuoso; la familia siente la bendición en su cotidiana
lucha.
El amor que los une, se manifiesta de manera sagrada, en cada
relación de la familia. Tanto el corazón
de ella, como el de él y el de los hijos/as. Los une la bendición divina, de
los corazones sublime de Jesús y María.
Sin embargo, es necesario reconocer, que las garras malignas
se han adueñado de la cotidiana vida de muchas familias. Desamor,
infidelidades, mentiras, engaños, hipocresía, violencia, compra de placeres,
ventas de placeres, mal usos de los recursos económicos y naturales, asesinato,
mutilaciones, drogas, huida de Dios, encuentro con el diablo, irrespeto,
ruidos, malas palabras, burlas, corrida
maratónica a lo más fácil, tentaciones que se ejecutan, vendedores de maldades
y corrupción…
Es tal la degradación, que el desconocer todo lo que es
bueno, solidario, lo que une, construye el amor de la familia. Es la oferta cotidiana
de quienes controlan sus medios de producción, el mercado, la política y las leyes.
Se educa y se hace comunicación en favor de esta locura que desconoce la vida.
La ideología de la muerte es el soporte de muchas
convivencias y la relación humana. (Noviazgo, trabajo, estudios, deportes, política,
música y familia). Es como si de repente la sociedad quisiera suicidarse.
La tecnología, ha ayudado a la humanidad a ir conociendo la
anatomía del ser humano y sus motivaciones psicológica. Los componentes de los
elementos que forman los recursos naturales. Pero también, esta ha servido para
construir sofisticada herramienta para
destruir a ese ser humano, familia y su entorno natural.
La crisis que vive la familia, es porque se viene
desarrollando un pensamiento, inducción filosófica, antropológica - (TEOLOGICO)…
SOCIAL Que se va realizando de manera concreta – económica - político – cultural
contraria a sus “valores” tradicionales,
fundamentales.
El concepto de matrimonio o familia tradicional sufre una
profunda ambigüedad, con relación al género, la fe, lo moral, hijos/as. Lo natural no es lo que decide su sexo, sino
el género que ese ser humano (con derecho humano) quiere… Ya no se nace con el
sexo… sino lo que quiera (sexo tener) vivir.
(LEGALIDAD-ABIERTA a interpretación de cada juez…) (DERECHO HUMANO hacer lo que les venga en
gana Matrimonio hombre-hombre—hombre animales---mujer animales)…
Para que sucedan las maldades hace falta la participación del
ser humano. Eso mismo sucede en la relación de la familia. Para que se
manifieste Dios, hace falta la participación de las personas. Para que el amor
en pareja se manifieste, hace falta la actitud de la pareja. El diablo no se
manifiesta en la nada, es a través del ser humano. Así tampoco Dios se
manifiesta en la nada, es a través del ser humano.
Los Sagrados Corazones se
presentan para cambiar la familia. No importa que tan grande sea el
problema que se manifiesta en la pareja, en la familia. La familia es el nido donde se cuece la vida
humana y se manifiesta el amor más grande. Que viene de Dios. Pero los valores
que se manifieste en la familia, dependerá de la espiritualidad que sostenga ese hogar.
Como te encuentra como esposo contigo?
Como te encuentra como esposa contigo?
Como se ven ambos en su relación y los hijos/as?
El encuentro no podrá ser contigo, sin contar con el otro/a.
La única forma de encontrarse contigo, es encontrándote en ella, es
encontrándote en él. Porque al unirse ya no son dos. El amor ha fundido los sueños,
la vida de dos en uno, se hace visible
en los hijos/as, en familia.
En el amor de pareja, no se ve lo que en un momento fue de
uno. Ya ese uno individual, es uno de dos. Que lo une el amor. Se engrandece
ese amor cuando llegan los hijos/as. Se abre una realidad que evidencia que tan
fecundo, fiel y respetuoso es la unión de la pareja.
Es importante dejarse guiar por la espiritualidad del amor,
la fe, que se manifiesta en la fuente inagotable de los corazones de Jesús y
María. Ir a su encuentro, es arriesgarse a ser feliz, es correr al encuentro
del amor que une a la familia.
El amor de los Sagrados Corazones, bendice la relación de la
familia. La purifica, la hace humilde fidelidad cotidiana. En cada
tentación, encuentra (ella-el) la salida
del retorno, al amor que une su corazón para siempre y vivir su amor con su pareja en
familia, la fidelidad, de la reconciliación eterna en la tierra. “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre.” (Mt 19,6).
Lo que por los corazones se aman, se han unido, no lo podrá separar
nadie. No te deje engañar por quienes le corren a la felicidad en familia.
Ser feliz, es la bandera de la pareja. Si ama será feliz. Si
ama perdona. Si ama no será infiel. Si ama la bendición de los sagrados
corazones, será para siempre…
En todas las culturas la familia es reconocida como el lugar más pequeño de toda sociedad y espacio de
la más profunda intimidad de la Nueva Alianza. Al hablar de la familia que
fundamenta su relación desde la fe cristiana, se habla de la familia de
Nazaret, del Corazón de Jesús y del Corazón de María.
La historia de salvación de la Iglesia y la sociedad está en
la familia. (Gen 1,26-27). Estamos por ello, llamados a dar los pasos necesario
para transformar la cultura del relativismo, la violencia de que son víctimas
los niños y las mujeres, consumismo, la explotación sexual, , que afecta el
matrimonio y la familia. (Mc10, 1-12).
Pase lo que pase, da un paso hacia el encuentro con tu
familia.
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