Lo de HOY
Por Pascual Ortiz
La Cuaresma es un tiempo donde
podemos encontrar la vía necesaria para convertirnos y volver a Dios
Es la ruta que nos lleva a una
verdadera conversión y reconocimiento de nuestros pecados.
Pero para llegar a celebrar la
Pascua, es necesario dejarnos llevar por Dios. Encontrarnos con El, solo es
posible, si vivimos los tres valores que la iglesia nos propone en Cuaresma. Que la
iglesia ha vivido de manera inseparable en su tradición peregrina; la ORACION – AYUNO Y PENITENCIA.
Hay en la sociedad de hoy, un
cansancio, una mirada desinteresada del tema de Dios. Se sienten hastiada de
tanto hablar (poca vivencia) de los misterios sagrados y dogma de una fe sin certeza individual, familiar y comunitaria.
Sin embargo, quien logra vivir y experimentar la gracia de Dios en su vida.
Comprende la razón de quienes se alejan y se desentienden de Dios.
Son tres los valores para llegar a la Pascua de resurrección. Y con
ello poder entender el camino de la vida y los obstáculos que en ella tenemos
que afrontar.
1.- El primer paso, es que la
Cuaresma es un tiempo propició para la ORACION.
Que es orar?
Es ser consciente de que la vida que
tiene, ha sido Dios que te la ha regalado.
Es mirar, nuestra vida a la luz de
Dios.
Es darle gracias a Dios y saber que Él
es dueño absoluto de cuanto hay y existe en la tierra y más allá.
Es evaluar, nuestras acciones
(Trabajo, diversión, uso de los recursos económicos) y hacia donde nos dirigen o en qué lugar estamos
hoy.
Es saber si lo que he realizado, con
ello no le he faltado a Dios, ni he dañado a ninguna persona.
Es saber valorar la relación
conyugal y familiar. Esposa/o, hijos/as,
padre, madre, suegro, suegra, hermanos/as,
Es mirar cuantas veces es venido al
centro educativo a preguntar por el hijo/a. Sobre sus notas y comportamiento.
En segundo lugar, EL AYUNO.
Es dejar que la voluntad de Dios se
manifieste, en nuestra propia voluntad. Y que todo cuanto puedo dejar de hacer
o comer se hace pensando en los demás.
Es tener un consumo responsable y
austero.
Es saber que es un pecado tirar,
derrochar, votar, lo que se produce.
Que el alimento verdadero, es aquel
que Dios nos da, en Su cuerpo y sangre
derramado en la cruz (Eucaristía). Santificado en tu resurrección gloriosa.
Es no comer
(infidelidad-hipocresía-mentira-droga-) aquello que nos oprime y divide la
convivencia familiar y comunitaria.
Es pasar el desierto de la vida encaminándola hacia la
tierra prometida. Asumiendo todo lo que implica la fatiga, las luchas, el hambre,
la sed y cansancio desinteresado de no robar, ni hacerle daño a nadie... Dando así a la generación futura, los
hijos/as, un ejemplo que perdure para toda la vida.
En tercer lugar; LA LISMONA.
Liberarse del apego a los bienes
terrenales.
Desprenderse de las comodidades, que
se sostiene por el dolor y el sufrimiento de los demás.
Ir al encuentro de quienes necesiten
nuestra ayuda. Compartiendo con ellos; la fe, la oración, el ayuno y la limosna.
Que es dar medicina, comida, ropa y otro tipo de ayuda, a quienes lo necesitan.
Adquirir los bienes necesarios para
vivir con dignidad.
A quien sirve? A Dios o al dinero.
Socorrer al prójimos, es servir a
Dios.
El fin del ser humano, de toda
persona, de la comunidad, del pueblo que se deja guiar, conducir por Dio, al ser elegido y se deja llevar por Dios…
Recibirá el gozó de la tierra maravillosa, que destila miel
y frutos suculentos; que es el Reino de Dios.
Para nosotros, hoy, como lo fue para
los primeros cristianos; nos corresponde responder a
Dios.
Como?
Si somos padre o madre de familia,
cuidar, formar, llevar, orientar, a nuestros hijos/as por el camino del bien y
la fe a Dios.
Si
soy, maestro…
Si
soy comerciante…
Si
soy albañil…
Si
soy agrónomo…
Si
soy ganadero…
Si
soy chofer…
Si
soy empleado/a, privado o público…
Si
soy productor de la tierra…
Si
soy, lo que soy debo hacerlo bien… Con ética y moral cristiana…
Todo debemos
mirar y evaluar, este tiempo apropiado para purificarnos de nuestras faltas
y pecados pasados y presentes que han herido el amor de ese Dios Padre y Madre.
Les invito ahora, que reconozcamos
ante Dios y nuestros hermanos y hermanas, nuestros pecados. De rodilla o
parado, reconciliémonos con (Esposa/o, hijos/as, hermanos/as, vecinos,
amigos/as…) Dios Padre y Madre. Y en su
divina misericordia depositemos nuestras debilidades. Digamos pues, junto. Yo confieso…
Nos damos
fraternalmente un abrazo de Paz!!!
Saber que la
travesía por el desierto, de nuestra vida; es nuestra Cuaresma. El tiempo que nos toca vivir, no es fácil, es tiempo difícil, pero si lo sabemos vivir; nos preparara para la Pascua o Domingo de
Resurrección del Señor.
La Pascua o
la Resurrección, es cada vez que logramos vivir los valores del Reino (ORACION-AYUNO-LIMOSNA) del amor de
Dios.
No se olviden de sus hijos/as. Vengan
siempre a la escuela. Visite el segundo hogar de sus hijos/as. Su aprendizaje y
desarrollo personal depende también de ustedes y sus maestros.
Porque quien
ama conoce a Dios y vive como Dios manda.
Ama y los
demás vendrá por añadidura!
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