Lo de hoy
Con familias unidas por el amor, cambiamos la sociedad.
Por Pascual Ortíz
Te invitamos a que este domingo 23 de noviembre 2014, a partir de las 9:00 am. Da un paso por tu familia. Los católicos lo haremos en todo el país, cada diócesis organizará este paso por la familia. Nuestra diócesis Mao, Montecristi, Dajabón y Santiago Rodríguez, se reunirá, como comunidad de fé en Montecristi. Quizás es imposible para usted, para ti, pero es posible que el paso por tu familia debe darlo en tu propia casa, en el entorno cercano donde vives.
La tarea que tenemos por delante es inmensa, porque recomponer el amor en las parejas y transformar las estructuras negativa que se ha construido en la familia, no es tarea fácil. Para lograr eso, necesitamos unirnos en oración comunitaria, en familia.
Son muchas las situaciones que vive la familia dominicana. Quizás como nunca hemos llegado a un punto de incertidumbre y ruptura, que ha puesto en tela de juicio la formación que los padres y las madres están dando a sus hijos e hijas. La valide de la fe, el papel de la educación.
Se pueden reconocer otros factores externos; otro mundo que se construye, la tecnología, los intereses económicos que divide la familia, la realidad de corrupción e impunidad, que crea una ruptura con los valores que se ponen de manifiesto en la familia, la violencia intrafamiliar, los feminicidios, violaciones, el aborto, el desempleo, la falta de agua potable, energía eléctrica, la inseguridad ciudadana. Estas situaciones son parte de la vida cotidiana de la familia.
Las consecuencias son múltiples, pero la verdad es que debemos de enfrentar con ternura y amor esta realidad. Y la mejor manera es volviendo al seno de la familia. Al amor materno y paterno de quienes nos engendraron y cuidaron. Otro y otra deben de volver al amor conyugal de su pareja.
Quizás para muchos y muchas es mucho pedir. Cada quien que mida la situación que lo separa de la familia, pero que sea para derribar esos obstáculos. Decirlo puede ser fácil, pero para quien tiene un poco de fe, es posible. Anda, vuelve a donde tu esposa-esposo, y dile cuanto la quiere, lo quiere. Abrazas a tus hijos e hijas y pídele perdón.
Es gratificante, doloroso, difícil, pero posible. Va a depender de ti. Ahora bien, sino puedes, mira al cielo y pídele a Dios tu padre-madre, que te ponga en el camino de la reconciliación. Si así lo haces, llegará al seno de la familia paterna y al amor conyugal.
Vamos pues lo que podamos a Montecristi y decirle a la sociedad dominicana, que debemos de volver nuestros sueños a los brazos maternos del Dios de la vida y del amor más fecundo, que es el de la familia.
No se trata simplemente de que te estemos invitando a dejar tu responsabilidad de padre, de madre. No, todo lo contrario, es que enseñemos con el ejemplo a nuestros hijos e hijas el valor que tiene vivir los principios cristianos.
Queremos que la familia consolide su unidad como única forma de vivir la iglesia doméstica, que es una experiencia de vida fundamentada en el amor. No podemos seguir siendo las víctimas de esta sociedad cimentada en el odio hacia el otro. Que divide y aprovecha la división para seguir creando esta cultura de la muerte. La familia es el núcleo central de la sociedad. Con familias unidas por el amor, cambiamos la sociedad.
Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida...
Desvelemos el velo de la muerte, la mentira ya ha sido vencida. Entremos a la casa familiar, lleno de la fuerza moral, íntegro y honesto, lleno de la fe liberadora e integradora, que solo Jesús nos puede dar.
Desde la familia y con las familias podemos.
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