1ra Parte
Lo de HOY
Por Pascual Ortiz
Y han sustentado pura y simplemente sus avances, en los beneficios económicos. Y el ser humano solo ha sido y es un objeto más, que usa de experimentos.
Estamos frente de la tragedia del
desarrollo neoliberal, nueva cara del capitalismo. Que busca como el camaleón cambiar de ropaje (Falcondo, la Cámara Minero-Petrolera y el
CONEP) y así pasar desapercibo. Sabe
que es conocido, que su credibilidad esta en cuestionamiento. Y que ha quedad al descubierto, porque su
aporte a la sociedad se ha inclinado en contra de la vida humana y natural. Todo
lo demás, que sea en favor del mercado es defendido. Mientras que el ser humano es una
cosa más de su uso y desuso…
Todo lo hace en función del bien económico de sus empresas
diabólicas. Insaciable monstruo, que su cabeza es el “mercado invisible”, que
sus pies son sus máquinas seductoras, capaz de matar de cuajo y dejar al ser
humano con la sensación de que esta aún vivo. Y que muriendo consumiendo y
trabajando va sin comprender, que va aumentando el tamaño de la muralla que lo
aleja de su bienestar.
Los ciudadanos/as tienen que
entender que la tragedia del desarrollo es su salvación y que sus bienes divino
está en el cielo, no en la tierra. Aquí le toca sufrir su tragedia, que
como buen creyente debe de cargar. Sin
pregunta, sin expresión de dolor debe morir, para que los elegidos sigan
viviendo.
La Republica Dominicana ha venido
teniendo un crecimiento envidiable por otros, ha sido constante, continuo. Ha
generado cuantiosa ganancia al “mercado invisible”. Donde no se ha podido
sentir, palpar, realizar, saborear este desarrollo es en el pueblo. Que ha significado
más bien, el aumento la pobreza.
Es así de contradictorio, la
tragedia del desarrollo, mientras crecen los recursos, el poder de sus ”empresas invisible”, aumenta la pobreza de
la sociedad y la destrucción de los recursos naturales. Según ellos, es la
consecuencia del desarrollo, del mercado. Quienes sucumben es porque no saben
adaptarse al nuevo orden “invisible salvador neoliberal”, que es insaciable,
pero necesario para seguir el aumento su poder y las riquezas de sus “invisible
empresas”.
La tragedia del sistema
capitalista, la naturaleza y la vida humana.-
El desarrollo tecnológico,
científico y económico que ha venido experimentado la humanidad, ha significado
un costo muy alto para la naturaleza y la vida humana. Esta situación ha creado
duda en el sentido del valor para la
vida del “desarrollo”. Con justificación, según ellos han dejado de lados los
preceptos de la fe en Dios. Y han sustentado
pura y simplemente sus avances, en los beneficios económicos. Y el ser
humano solo ha sido y es un objeto más, que usa
de experimentos.
Desde la fe, en Jesús son más
certera las acciones en favor de la vida humana, la naturaleza
y todos cuanto en ella existe. El creyente en el Dios de Jesús; recupera, cuida, recicla, restablece, siembra
y se hace consciente que debe de consumir con responsabilidad. Es la única
manera de relacionarnos con Dios, el ser humano y la Madre – Tierra.
Con esa esperanza ponemos en tus
manos este humilde aporte, sobre la situación del Medio Ambiente y el papel del hombre y la mujer de fe
en la transformación que viene sufriendo esta. Es para que en lo
adelante miremos a la luz del estudios
de los textos bíblicos, como quiere Dios que nos relacionemos con la Madre Tierra. Además, como debe ser el uso que debemos darles
a los frutos y todo lo que en ella se produce. Debemos en definitiva
conocer nuestro medio ambiente y hacer de la vida una acción sana y sostenible.
Cambio climático y los límites de nuestra comprensión.-
La situación ambiental del
planeta es cada vez más alarmante,
llegando hoy a plantearse que es tan grave, que es irreversible su recuperación. Los problemas en la naturaleza vienen
relacionado con el desarrollo de la ciencia, la técnica de la tecnología económica y los cambios sociales que ha
suplantado al ser humano, como eje central de todo desarrollo. Esto es
fácilmente demostrable en la actualidad.
La revolución industrial que se
inició en el siglo XVIII. Refleja las
marcas profundas, de cómo fue
generando el calentamiento de la
atmósfera, el empobrecimiento de la producción agrícola, el aumento de la
aridez del suelo, la sedimentación de las cuencas acuíferas, la devastación de
bosque y selvas y la extracción de los recursos naturales no renovable. Ese fue el inicio del empobrecimiento de la tierra, sobrepasando los límites de los ecosistemas y el inmenso
cosmos del universo. Complejo y conflictivo para la mirada que queremos darle a
esta realidad, desde nuestra fe.
Los informes de la Organización de las Naciones Unidas
sobre el cambio climático y la realidad que vivimos de manera cotidiana los
dominicanos/as, viene produciendo una
mayor comprensión del tema. En este
sentido, el conflicto de los ecologistas, ambientalistas y manifestaciones de
la fe, con los países industrializados y su maquinaria económica, viene
planteado porque estos no quieren
implementar otra forma de
desarrollo, donde las industrias y la producción agrícola a gran escala
concilien su desarrollo tecnológico con la protección del ambiente.
La Republica Dominicana viene
siendo impactada por esta realidad del Cambio Climático, que para nosotros se
inicia con la llegada de los conquistadores españoles, en el 1492. Continuando
con la explotación a gran escala de los recursos mineros, el corte de madera y la
contaminación de los ecosistemas costeros.
Las consecuencias de lo
planteado, es lo que hoy conocemos como
el Cambio Climático. Que no es más que la pérdida de los bosques, el
empobrecimiento de los suelos, enfermedades relacionadas con agua, la
alimentación, olas de calor, lluvias en proporciones desbordante, que hacen
daño y todo ellos afecta la calidad de
la vida de los seres humanos y todo lo que existe en el planeta tierra.
Estamos como cuando llegaron los
españoles con los espejitos, alumbrado por el concepto de “desarrollo”, “bienestar”, “eliminación de la
pobreza”. El mercado “invisible” que
rige las relaciones productivas está orientado, a que todo debe de estar al
servicio de la economía.
El ser humano no es el centro de
la vida, ni se ordenan las normas y la producción de bienes para que
sirvan en la búsqueda de dignificarlo.
En este contexto se ha legislado
en el mundo y en nuestro país, para
establecer los límites de la explotación de los recursos naturales y los impuestos a
quienes desde la industria y el trabajo humano produzcan acciones en contra del
medio ambiente. La dificultad está a la hora de aplicar la misma.
El irrespeto a la ley y la
complicidad estatal con los “empresarios de la política” han tocado fondo; solo se aplican las leyes
medioambientales 64-00, para casos
menores, actividades de subsistencia. No así para la minería, las industrias que contaminan los ríos, convirtiéndolo en vía para que viajen
residuos químicos, metales disueltos procedentes de las minas, bacterias
peligrosas de las industrias y agroquímicos nocivos para la salud.
Esto no se debe de permitir bajo
ningún alegato, sin embargo es así. Quien tiene recursos hacen los que quieran y
las instituciones de Medio Ambiente, Minería, Ministerio Publico,
Ayuntamiento, lo tapan.
¿Para qué ha servido el
desarrollo si el costo humano y natural es negativo?
La tecnología de hoy nos permite
medir y saber a ciencia cierta la magnitud de cómo afecta las actividades
industrial, minera y la agricultura a gran escala. El problema está en que los
países industrializados y los intereses económicos, son más importante que la
naturaleza y los seres vivos existentes. Por ellos no quieren cambiar su modo
de producción, las maquinarias y la explotación indiscriminada que se hace de
todos los recursos naturales.
Está claro, que el desarrollo tecnológico de la ciencia y las
industrias, se ha sustentado en el mal
usos de la Tierra, sus recursos naturales, y el desconocimiento de los seres
humanos. Entonces ¿para qué ha servido el desarrollo si el costo humano y
natural es negativo?
No es nuestra pretensión negar el
valor de las ciencias y la tecnología, es más bien cuestionar las
consecuencias. Y ver como impulsamos que el fin de la tecnología y las
ciencias, no puede ser solamente lo económico, sino el cuidado del planeta
tierra y garantizar la vida sostenible y amigable de quienes la habitamos.
La explotación de la minería e
nuestro país ha causado la contaminación
de los ríos. La situación se recrudece con la explotación que viene
realizando la Barrick y
Goldcorp en Pueblo Viejo Cotui.
Aunque la atención mayor de la sociedad esta de frente a la pretensión de
explotar de Loma Miranda y las
concesiones mineras que el estado dominicano ha
dado a otras empresas extranjeras, en otras regiones del país.
La consecuencia si se permite su
explotación, es el aumento de la contaminación de las aguas y la producción
agrícola de la zona de la Vega, Cotui y zona aledaña, se haría prácticamente
imposible.
Este es un tema (Loma Miranda) que los
dominicanos/as, conocemos a
profundidad y otros/as por lo menos lo
han escuchados.
El problema está en que los
intereses para la empresas mineras son tan grande que no quiere dejar, de
imponer, a fuerza de chantaje económico a Senadores, Diputados y manipulación
mediática, la explotación de lo que ellos denominan ya, “su oro”. Y aunque no se menciona está en la zona del
Noroeste la Unigold Dominicano S A, se encuentra ubicado en Loma de Cabrera,
República Dominicana. Su matriz se
encuentra en Canadá: Toronto, Ontario, (Marketwired) - Unigold Inc.
("Unigold" o la "Compañía") (TSX VENTURE: UGD)
Las riquezas que recibiría el
país, con la explotación. Permitirá el aumento de las pobrezas, pasaremos a ser
una potencia en “posesión de oro, perdón de hoyo”, pero ricos en contaminación, y la consecuencia mayor la
sufrirá Haití.
Como pirata descorazonado, la
mineras quieren el oro, cueste lo que les cueste al país, las consecuencias son,
repito de nuevo, pobreza, miseria,
muerte prematura, hambruna, perdida de
los recursos naturales; para ellos, (Santo inversionista del sistema
capitalista neoliberal “invisible”) son situaciones de nuestro destino. Claro está,
ellos hacen que suceda, pero, quieren que sigamos creyendo (es cosa de Dios),
que somos merecedores de esta tragedia.
“Tomar agua nos da VIDA. Tomar
conciencia nos da AGUA”
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