sábado, 6 de septiembre de 2014

LOMA MIRANDA, LA TRAGEDIA DEL “DESARROLLO”.

1ra  Parte


Lo de HOY


Por Pascual Ortiz




Y han sustentado  pura y simplemente sus avances, en los beneficios económicos. Y el ser humano solo ha sido y es un objeto más, que usa  de  experimentos.





Estamos frente de la tragedia del desarrollo neoliberal, nueva cara del capitalismo.  Que busca   como el camaleón cambiar de ropaje  (Falcondo, la Cámara Minero-Petrolera y el CONEP)   y así pasar desapercibo. Sabe que es conocido, que su credibilidad esta en cuestionamiento.  Y que ha quedad al descubierto, porque su aporte a la sociedad se ha inclinado en contra de la vida humana y natural. Todo lo demás, que sea en favor del mercado es  defendido. Mientras que el ser humano es una cosa más de su uso y desuso…


Todo lo hace  en función del bien económico de sus empresas diabólicas. Insaciable monstruo, que su cabeza es el “mercado invisible”, que sus pies son sus máquinas seductoras, capaz de matar de cuajo y dejar al ser humano con la sensación de que esta aún vivo. Y que muriendo consumiendo y trabajando va sin comprender, que va aumentando el tamaño de la muralla que lo aleja de su bienestar. 


Los ciudadanos/as tienen que entender que la tragedia del desarrollo es su salvación y que sus bienes divino está en el cielo, no en la tierra. Aquí le toca sufrir su tragedia, que como  buen creyente debe de cargar. Sin pregunta, sin expresión de dolor debe morir, para que los elegidos sigan viviendo.


La Republica Dominicana ha venido teniendo un crecimiento envidiable por otros, ha sido constante, continuo. Ha generado cuantiosa ganancia al “mercado invisible”. Donde no se ha podido sentir, palpar, realizar, saborear este desarrollo es en el pueblo. Que ha significado más bien, el aumento la pobreza.


Es así de contradictorio, la tragedia del desarrollo, mientras crecen los recursos, el poder de sus ”empresas invisible”, aumenta la pobreza de la sociedad y la destrucción de los recursos naturales. Según ellos, es la consecuencia del desarrollo, del mercado. Quienes sucumben es porque no saben adaptarse al nuevo orden “invisible salvador neoliberal”, que es insaciable, pero necesario para seguir el aumento su poder y las riquezas de sus “invisible empresas”.



La tragedia del sistema capitalista, la naturaleza y la vida humana.-


El desarrollo tecnológico, científico y económico que ha venido experimentado la humanidad, ha significado un costo muy alto para la naturaleza y la vida humana. Esta situación ha creado duda en  el sentido del valor para la vida del “desarrollo”. Con justificación, según ellos han dejado de lados los preceptos de la fe en Dios. Y han sustentado  pura y simplemente sus avances, en los beneficios económicos. Y el ser humano solo ha sido y es un objeto más, que usa  de  experimentos.


Desde la fe, en Jesús son más certera las acciones en favor de la vida humana,  la naturaleza  y todos cuanto en ella existe. El creyente en el Dios de Jesús;  recupera, cuida, recicla, restablece, siembra y se hace consciente que debe de consumir con responsabilidad. Es la única manera de relacionarnos con Dios, el ser humano y la Madre – Tierra.  


Con esa esperanza ponemos en tus manos este humilde aporte, sobre la situación del Medio Ambiente  y el papel del hombre y la mujer de fe en  la transformación que  viene sufriendo esta. Es para que en lo adelante  miremos a la luz del estudios de los textos bíblicos,  como quiere  Dios que nos relacionemos  con la Madre Tierra. Además,  como debe ser el uso que debemos  darles  a los frutos y todo lo que en ella se produce. Debemos en definitiva conocer nuestro medio ambiente y hacer de la vida una acción sana y sostenible.





Cambio climático y los límites  de nuestra comprensión.-



La situación ambiental del planeta es cada vez  más alarmante, llegando hoy a plantearse que es tan grave, que es irreversible  su recuperación.  Los problemas en la naturaleza vienen relacionado con el desarrollo de la ciencia, la técnica de la tecnología  económica y los cambios sociales que ha suplantado al ser humano, como eje central de todo desarrollo. Esto es fácilmente demostrable en la actualidad.


La revolución industrial que se inició en el siglo XVIII. Refleja las  marcas profundas, de cómo  fue generando el calentamiento  de la atmósfera, el empobrecimiento de la producción agrícola, el aumento de la aridez del suelo, la sedimentación de las cuencas acuíferas, la devastación de bosque y selvas y la extracción de los recursos naturales no renovable.  Ese fue el inicio del empobrecimiento de   la tierra, sobrepasando los  límites de los ecosistemas y el inmenso cosmos del universo. Complejo y conflictivo para la mirada que queremos darle a esta realidad, desde nuestra fe.


Los informes  de la Organización de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y la realidad que vivimos de manera cotidiana los dominicanos/as,  viene produciendo una mayor comprensión del tema.  En este sentido, el conflicto de los ecologistas, ambientalistas y manifestaciones de la fe, con los países industrializados y su maquinaria económica, viene planteado porque estos no quieren  implementar  otra forma de desarrollo, donde las industrias y la producción agrícola a gran escala concilien su desarrollo tecnológico con la protección del ambiente.  


La Republica Dominicana viene siendo impactada por esta realidad del Cambio Climático, que para nosotros se inicia con la llegada de los conquistadores españoles, en el 1492. Continuando con la explotación  a gran escala de los  recursos mineros, el corte de madera y la contaminación de los ecosistemas costeros.


Las consecuencias de lo planteado,  es lo que hoy conocemos como el Cambio Climático. Que no es más que la pérdida de los bosques, el empobrecimiento de los suelos, enfermedades relacionadas con agua, la alimentación, olas de calor, lluvias en proporciones desbordante, que hacen daño  y todo ellos afecta la calidad de la vida de los seres humanos y todo lo que existe en el planeta tierra.


Estamos como cuando llegaron los españoles con los espejitos, alumbrado por el concepto de “desarrollo”,  “bienestar”, “eliminación de la pobreza”.  El mercado “invisible” que rige las relaciones productivas está orientado, a que todo debe de estar al servicio de la economía.


El ser humano no es el centro de la vida, ni se ordenan las normas y la producción de bienes para que sirvan  en la búsqueda  de dignificarlo.


En este contexto se ha legislado en el mundo y en nuestro país,  para establecer los límites de la explotación  de los recursos naturales y los impuestos a quienes desde la industria y el trabajo humano produzcan acciones en contra del medio ambiente. La dificultad está a la hora de aplicar la misma.


El irrespeto a la ley y la complicidad estatal con los “empresarios de la política”  han tocado fondo; solo se aplican las leyes medioambientales 64-00,  para casos menores, actividades de subsistencia. No así para la minería, las industrias  que contaminan los ríos,  convirtiéndolo en vía para que viajen residuos químicos, metales disueltos procedentes de las minas, bacterias peligrosas de las industrias y agroquímicos nocivos para la salud.


Esto no se debe de permitir bajo ningún alegato, sin embargo  es así.  Quien tiene recursos hacen los que quieran y las instituciones de Medio Ambiente, Minería, Ministerio Publico, Ayuntamiento,  lo  tapan.



¿Para qué ha servido el desarrollo si el costo humano y natural es negativo? 


La tecnología de hoy nos permite medir y saber a ciencia cierta la magnitud de cómo afecta las actividades industrial, minera y la agricultura a gran escala. El problema está en que los países industrializados y los intereses económicos, son más importante que la naturaleza y los seres vivos existentes. Por ellos no quieren cambiar su modo de producción, las maquinarias y la explotación indiscriminada que se hace de todos los recursos naturales.


Está claro, que el  desarrollo tecnológico de la ciencia y las industrias,  se ha sustentado en el mal usos de la Tierra, sus recursos naturales, y el desconocimiento de los seres humanos. Entonces ¿para qué ha servido el desarrollo si el costo humano y natural es negativo? 


No es nuestra pretensión negar el valor de las ciencias y la tecnología, es más bien cuestionar las consecuencias. Y ver como impulsamos que el fin de la tecnología y las ciencias, no puede ser solamente lo económico, sino el cuidado del planeta tierra y garantizar la vida sostenible y amigable de quienes la habitamos.


La explotación de la minería e nuestro país ha causado  la contaminación de los ríos. La situación se recrudece con la explotación que viene realizando  la Barrick  y  Goldcorp  en Pueblo Viejo Cotui. Aunque la atención mayor de la sociedad esta de frente a la pretensión de explotar de  Loma Miranda y las concesiones mineras que el estado dominicano ha  dado a otras empresas extranjeras, en otras regiones del país.


La consecuencia si se permite su explotación, es el aumento de la contaminación de las aguas y la producción agrícola de la zona de la Vega, Cotui y zona aledaña, se haría prácticamente imposible.


Este es un tema (Loma Miranda) que  los  dominicanos/as,  conocemos a profundidad  y otros/as por lo menos lo han escuchados.


El problema está en que los intereses para la empresas mineras son tan grande que no quiere dejar, de imponer, a fuerza de chantaje económico a Senadores, Diputados y manipulación mediática, la explotación de lo que ellos denominan ya, “su oro”.   Y aunque no se menciona está en la zona del Noroeste la Unigold Dominicano S A, se encuentra ubicado en Loma de Cabrera, República Dominicana.   Su matriz se encuentra en Canadá: Toronto, Ontario, (Marketwired) - Unigold Inc. ("Unigold" o la "Compañía") (TSX VENTURE: UGD)


Las riquezas que recibiría el país, con la explotación. Permitirá el aumento de las pobrezas, pasaremos a ser una potencia en “posesión de oro, perdón de hoyo”, pero ricos en  contaminación, y la consecuencia mayor la sufrirá Haití.


Como pirata descorazonado, la mineras quieren el oro, cueste lo que les cueste al país, las consecuencias son, repito de nuevo,  pobreza, miseria, muerte prematura, hambruna,  perdida de los recursos naturales; para ellos, (Santo inversionista del sistema capitalista neoliberal “invisible”) son situaciones de nuestro destino. Claro está,  ellos hacen que suceda, pero,  quieren que sigamos creyendo (es cosa de Dios),  que somos merecedores de esta tragedia.



“Tomar agua nos da VIDA. Tomar conciencia nos da AGUA”

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