miércoles, 4 de enero de 2012

¿Con qué derecho?

Por: Rafael Guillermo Bueno Vásquez

El domingo anterior a la Navidad, en el año  1511, el Fraile Dominico Antonio de Montesinos (Fray Antón), pronunció en la isla de la Hispaniola, en una iglesia con techo de cañas, un sermón "revolucionario".  Cuyo texto daba inicio con la cita Bíblica; "Soy una voz que clama en el desierto" (Jn. 1,23).




Reconocemos que en nuestro país concurren muchas voces patriotas, con sed de justicia , y al igual que el Dominico, no se cansan de denunciar las atrocidades realizadas por nuestras autoridades, y que están llevando a nuestro país a la destrucción, muchas veces amparados en leyes y normas que los partidos políticos han acomodado en provecho de  sus propios intereses.

Los dominicanos de buena voluntad debemos unir nuestras voces en un solo acorde y hacerles ver a nuestras autoridades que no tienen derecho a manejar la cosa pública de la forma que lo están haciendo, que democracia significa "Gobierno del Pueblo" y  que el bienestar no solo debe ser para un grupito, sino que debe ser para todos.

¿Con qué derecho no se ha aprobado la Ley de los Partidos Políticos; lo que conllevaría a erradicar el uso indebido de los recursos del Estado y controlar la participación del narcotráfico en las campañas proselitistas?

¿Con qué derecho se ha coartado a nuestros jóvenes el derecho de prepararse y superarse; por tanto no ven posibilidades de vivir dignamente debido a la falta de oportunidades, advirtiendo solamente como posibilidades de progreso económico; el aventurarse en una yola, involucrarse en la política partidista o en el narcotráfico?

¿Con qué derecho el Gobierno Dominicano no cumple con el 4% del presupuesto para la educación; ya que de acuerdo al Programa de Promoción de la Reforma Educativa para América Latina y el Caribe, los estudiantes dominicanos son los que menos aprenden en la región, de diez que toman las pruebas nacionales, solo pasan tres?

¿Con qué derecho en estos últimos ocho años se ha tomado prestado más de 23 mil millones de dólares, y creando un déficit operacional muy cerca de los 60 mil millones de pesos; comprometiendo el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos?

¿Con qué derecho el Estado dominicano ha desembolsado seis mil millones de pesos a favor de los partidos políticos los cuales "utilizaron" en siete elecciones; tres presidenciales y cuatro congresuales y municipales; existiendo en nuestro país provincias, como es el caso de Elías Piña, donde el 31% de las viviendas tienen piso de tierra y el 48% de las mismas usan letrinas?

¿Con qué derecho se asignan grandes partidas del presupuesto para la construcción de aeropuertos inoperantes, metro, túneles y parqueos y otros; así como, la asignación de fondos para barrilitos, botellas, nominillas y salarios millonarios a funcionarios públicos; cuando nuestros cuerpos del orden languidecen por la falta de salarios dignos y equipos adecuados?

¿Con qué derecho el Estado asigna pensiones privilegiadas a personas que dedicaron sus vidas a actividades privadas y que muchos de ellos acumularon grandes riquezas; sin embargo, las mayorías de nuestros empleados públicos con más de 30 años de servicio reciben pensiones  de miseria?

¿Con qué derecho nuestras autoridades no han tomado medidas ejemplarizadoras a lo publicado en el  informe de Competitividad Global;  donde la República Dominicana ocupa el último lugar de 142 países en lo que se refiere a despilfarro del gobierno, el lugar 141 en favoritismo en decisiones de los funcionarios públicos y el lugar 140 en desvíos de fondos públicos?

¿Con qué derecho los cambios a la Constitución de la República, la selección de los Jueces de la Junta Central Electoral y de las Altas Cortes, no se realizan pensando en el bienestar del conglomerado; sino que predominan los acuerdos políticos?

¿Con qué derecho la inmigración haitiana se expande sin control y sin mecanismos para integrar legalmente este flujo poblacional?

¿Con qué derecho se ha permitido la desmoralización y el descredito  de nuestras Gloriosas Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, tildándolas  de corruptas, cualquierizadas  y de lacras; por lo que es muy probable que producto de estas acusaciones, aunado a la falta de controles internos, bajos salarios, entre otros, muchos de sus miembros se han visto involucrados en actos bochornosos?

¿Con qué derecho se ha coartado a nuestros jóvenes el derecho de prepararse y superarse; por tanto no ven posibilidades de vivir dignamente debido a la falta de oportunidades, advirtiendo solamente como posibilidades de progreso económico; el aventurarse en una yola, involucrarse en la política partidista o en el narcotráfico?

La injusticia es una figura flagrante en nuestro País y por vía de consecuencia, la pobreza y la desigualad, producto en su gran mayoría por la corrupción y el mal manejo de los recursos; por tanto debe ser denunciada con la misma valentía utilizada por Fray Antón, el cual enfrentó a las autoridades de la Isla y la Corona Española en defensa de nuestros ancestros hace 500 años.

Quienes nos gobiernan no tienen el derecho a truncar el futuro de los dominicanos.

No  pretendemos hacer una apología del sermón pronunciado por Montesinos, donde emitió la primera protesta pública importante y deliberada contra la clase de trato que sus compatriotas infligían a los indios.

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