Haití vive como siempre en una pesadilla entre la inestabilidad absoluta y los déspotas que desde sus fundadores han flagelado a su pueblo.
Sorpresivamente, conforma a todo cuanto acontece en nuestro calamitoso vecino Haití, el 16 del presente mes retornó a su país luego de 25 años de exilio, Jean Claude Duvalier, quien sojuzgó, esquilmó y suprimió cientos de haitianos en su despótico gobierno (1971-1986).
En primer término interrogante es la que intitula esta entrega, siendo la conclusión del suscrito la estrategia diabólica de Estados Unidos con Francia, con el propósito de dificultar aún más una solución civilizada al caos imperante en Haití hoy por todos los costados, y presionar la migración ilegal hacia nuestro país, y reduciéndola al mínimo hacia el de ellos.
Haití se debate dentro de un caos como nunca antes, tragedia humanitaria desde siempre pero potencializada con el sismo del 12-01-10, brote de cólera atribuido a las tropas nepalíes de las Naciones Unidas que pretenden gobernar a un país ingobernable, posibilitando así un fideicomiso, que es la única forma de normalizar el pandemónium haitiano, agravado por la indecisión electoral surgida el 28-11-10, evidenciando una carencia absoluta de gobernar del presidente René García Préval.
Baby Doc, ungido vitalicio al fallecer su progenitor, el médico-brujo rural Papa Doc, en 1971, cuando apenas tenía 19 años y contextura de luchador de sumo japonés, contribuye, con su indeseada y contraproducente presencia en Haití, a agravar el suplicio del conglomerado nacional más paupérrimo del continente El gran novelista sajón Graham Greene describió el horror de Papa Doc en Los Comediantes. Haití vive como siempre en una pesadilla entre la inestabilidad absoluta y los déspotas que desde sus fundadores han flagelado a su pueblo. Ahora falta que la mancorna USA-Francia propicie el regreso de Jean Bertrand Aristide, mientras los dominicanos presenciamos con gran stress esa tragedia que peligra inminente un gran conflicto internacional. Oramos porque no sea así.
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