Lo de HOY
Por Pascual Ortiz
Para muchos/as el 15 de mayo se juega su futuro, su trabajo, seguridad de la familia, el desarrollo del
campo, la provincia, su región, el país.
¿Se puede afirmar que en este proceso electoral, está en
juego el futuro de la patria?
Por varias razones, el ambiente electoral, ejerce un dominio
de todo lo que se dice y se hace. Es tal la situación, que parece que nos
acercamos al final de los tiempos. Ruidos, promesas, propuestas, amenazas, luchas
por votantes. Solo los de su parcela
política son los importantes. Empresarios que ponen a disposición de los
candidatos, recursos económicos y todo poder a su orden.
El poder social se toma en cuenta y los actores que pueden
influir en grupo humano, son abordados e importantizado. La sensibilidad
politiquera se hace manifiesto. Y vemos besos, abrazos, solidaridad electoral, “disponibilidad
a ayudar”, aparataje de intimidación
social, armas de fuegos, discriminación, dineros por los aires, palabras o
palabrotas…
Hay un abanico de propuesto, donde el que elige podrá ejercer
su derecho y votar por quien entiende es el que podrá ejercer (Presidente,
Senador, Diputada, Alcaldesa, Regidora) como “servidor público”. Claro, nada de
ingenuidad, hay de todo los perfiles humano y deshumanizado. Violadores, corruptos, pedófilo, violentos,
ladrones, mentirosos, de aparente sensibilidad. Lo hay honesto, capaz, humilde
y servicial.
Los candidatos que se proponen a ser elegido, en su mayoría
se conocen. Partiendo de ese criterio, usted sabrá a quien elige.
Se nos ha “enseñados” que en los procesos electorales, hay
ganadores y perdedores. Que algunos/as saldrán beneficiado y otro se quedaran
sin nada. Desde el punto de vista politiquero, a muchos/as se le ha prometido
un empleo si sale ganador su candidato y para otro si no gana su candidato,
perderá su empleo.
Es realmente traumático el proceso electoral, porque pone de
manifiesto una debilidad de los derechos ciudadano a un trabajo estable. Hemos
tenidos a mucho, que al ser elegido hacen
lo que más le conviene a su interés y
los intereses de los ciudadanos/as los obvian, a sabiendas del daño que
causa a ciudadanos/as, la familia, a la sociedad.
¡No está en juego el empleo de nadie. No está en juego la
salud de nadie. No esta en juego, la
educación de nadie. No está en juego, el
techo de nadie. No está en juego, la seguridad
de nadie. No está en juego, la
alimentación de nadie. No está en juego,
el transporte de nadie. No está en
juego, el agua, la naturaleza, las plantas, animales y las especies marina!
Todos/as “tenemos el
mismo derecho”; a pertenecer a la parcela política que se quiere, a un trabajo,
a la educación, la salud, a la religión que se quiere…
Parece que no es fácil mantener su derecho, la incertidumbre
de quien trabaja o de quien quiere llegar a un empleo en el estado. Porque para
mucho el proceso electoral es para llegar al Estado, controlar el poder, los
recursos que este genera y repartir los empleos, no importan los demás, mucho menos
el sentido de nación, de país.
¿Si se vota por x o y?
¿Está planteado claramente y discutido por los ciudadanos/as elegibles
(candidatos/as) y electores (votantes), lo que
está en “juego” en este
proceso electoral y cuáles son los beneficios que se supone debe ser el
resultado del mismo?
Cada quien ve la realidad a su conveniencia. Uno y otro dicen
tener la razón.
¡Si vota por mí, ganara! ¡Si vota por aquel perderá!
¿Es así de simple el razonamiento que debe hacer un ciudadano
a la hora de elegir?
¿Se puede percibir desde una simple “mirada”, cual es el que
representa el bien común y cuál es el que representa el bien particular o de
grupo?
Sin duda que los intereses expuestos en un proceso electoral,
se convierten en una lucha (poder social – político - empresarial) donde no siempre
se respeta la norma electoral y la constitución. Mucho menos el derecho que
tienen los ciudadanos/as, único fin de la democracia.
El 15 de mayo se elegirán por cuatro años las autoridades que
dirigirán el destino del país. Lo importante es destacar, que ahí no termina el
derecho de los ciudadanos/as. La responsabilidad sobrepasa el proceso electoral.
Quien o quienes sean electo, deben de entender que el pueblo
tiene derecho y en sus manos no pone por cuatro años, el destino del pueblo. Y
dentro de cuatro años, después hablamos. No, no.
Claro está, dependerá del grado de responsabilidad ciudadana
y la actitud del liderazgo de las organizaciones de bases. El Estado está para
responder a sus ciudadanos/as, así como la organización a su sector o comunidad.
Si hay perdedores colectivos y ganadores exclusivos, el
proceso electoral, será un fiasco. Porque aunque sea electo x candidata, este no
representa simplemente, a quienes les eligieron o les votaron. Sino que
representa a todos/as los ciudadanos/as de su territorio o del país.
Votar es un derecho, un deber, una responsabilidad. Porque lo
que hagan o dejen de hacer quienes sean electos, beneficiara a unos pocos o
perjudicara a toda la población.
Estamos llamados a una “reconciliación social-económica
colectiva”. A una evaluación sincera de la Agenda de Desarrollo Nacional.
Definir la ley territorial de los medios de producción y explotación minera. Aprobar ya la ley electoral democrática, que permita la participación de los
ciudadanos/as, sin intermediarios corruptos y corruptores. Que el desarrollo
económico no sea simplemente empresarial. Garantizar por encima de todo que el
desarrollo dignifique al ser humano y que
la recuperación de los recursos naturalez no espere más tiempo.
El Dios creador está ahí, donde están los seres humanos. Los
políticos no tienen luz verde, para que en tiempo electoral, jueguen con la
dignidad humana. En cada persona, no hay
solo un voto. En esos votos, van los sueños, esperanza de vida espiritual y
corporal de un ser humano, su familia, la sociedad.
Es necesario que nos demos cuenta que somos seres humanos,
que lo que afecta a uno afecta a todos/as. Nuestros actos tienen consecuencias
colectivas. Así como consecuencia tendrá nuestra participación electoral. En lo
colectivo, no simplemente individual, grupo social o partidario.
Y… ¿Por quién se debe
votar?
A mí me parece que debe de votar por, quien usted entienda.
Cada uno debe de ejercer su responsabilidad ciudadana. Sería fácil para mucho el
que se le diga, por quien debe votar.
Pero, es necesario ser dueño de su decisión. Por ello, usted es quien debe
decidir su voto, con libertad,
conciencia y único responsable.
El tiempo de los gatos pinto y la manipulación pasó. Usted es
dueño de su destino social, político y electoral, ejérzalo sin miedo. Su
derecho a elegir, no debe de transferirlo a nadie. Hágalo, la democracia pone
en sus manos, su destino; ejerza ese derecho ciudadano.
ESCUCHE, VEA, EVALUE, JUZGUE Y ACTUE.
LO QUE SI DEBE DE TENER CLARO; VOTAR EL 15 DE MAYO O NO VOTAR. TE AFECTARA O
BENEFICIARA. NO HAY NEUTRALIDAD. SI IRRESPONSABILIDADES…
¡TU DECIDE!
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