viernes, 6 de abril de 2012

Y Jesús, dando un fuerte grito, expiro

Por Pascual Ortiz

Lo de HOY


Llegada  la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona grito Jesús con fuerte voz: “Eloi, Eloi, ¿lema Sabactani?” –que quiere decir –“Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” Mc, 15, 33-35.    







No podemos hablar de la  crucifixión  de Jesús, sin ante acercarnos a su historia, su vida. La realidad histórica que vivió, la situación que pasaban los judíos, por el régimen político que lo esclavizaba y el dios que se le  comunicaba. Todo ello nos va ayudar a entender el porqué de la crucifixión de Jesús.

Jesús nace en un pequeño pueblo, llamado Galilea. Fue un judío,  galileo  apegado a su tradición. Creyente y asiduo participante en su sinagoga.  Una galilea con dificultades económica,  para el campesino, para toda  la sociedad. Por los enormes impuestos del régimen y las exigencias del Templo de Jerusalén. Esto fue definiendo una personalidad de Jesús solidario, rebelde, amigo, fiel a Dios.

Esa fidelidad  de Jesús a Dios,  no era bien vista por los sumos sacerdotes y el sanedrín. Por ello buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte.

Jesús de Nazaret un hombre de bien, amigo, amado, Santo profeta esperado. Incomprendido por quienes controlaban la cultura, el poder económico, político y sus seguidores. Su mensaje iba acompañado de sanación y curación de enfermedades, ejemplo de esperanza para los más pobres. Jesús, se le presenta como él camino la verdad y la misma vida. Jn 14, 6.

La  bendición, la esperanza se hacía presencia cierta y el pueblo se va organizando, en torno a Él. Sus seguidores van sintiendo como el ejemplo de Jesús hace evidente el Reino de Dios. Esto se va multiplicando los seguidores y el testimonio de la experiencia de Dios en su  vida,  va cambiando la indiferencia, en  cercanía al Dios, transmitida desde Jesús. Quien renueva la fe del pueblo y hace que su Dios lejano, este ya a su lado. “Señor, ¡que bien estamos aquí! Si quieres hago tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mt 17, 4.

Otro elemento importante, dice Jesús, “yo soy  la luz del mundo. El que me siga no caminara a oscuras, sino que tendrán la luz de la vida.”Jn 8, 12b. Esa luz a la vida, choca con los sustentadores de la muerte, por ellos “incitan a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabas y crucificaran a Jesús. Mc, 15, 11-15.

Jesús murió crucificado en el Calvario, como vulgar ladrón. Calumniando y acusado de blasfemo. Hoy son much@s  l@s que vive de manera cotidiana la crucifixión cuando buscan salud, trabajo, educación para sus hijos. La discriminación por ser pobre y la violencia que llega hasta el extremo de quitarle la vida a la mujer. Las dificultades para que sus hijos puedan tener esperanza en el futuro y la complicidad por la corrupción y el narcotráfico  que se ha adueñado del quehacer político de nuestro país.

Llegada  la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona grito Jesús con fuerte voz: “Eloi, Eloi, ¿lema Sabactani?” –que quiere decir –“Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?” Mc, 15, 33-35.    













  




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