sábado, 10 de diciembre de 2011

La conmemoración del día internacional de los Derechos Humanos, merece una reflexión

 
 
 
 
 
1. El día 10 de diciembre de cada año se conmemora el Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10-12-1948), siendo ésta una nueva ocasión para meditar sobre la responsabilidad de cada uno de los habitantes del planeta en este campo.

Para los cristianos, es una exigencia sustantiva la adhesión sincera a toda proclamación fundada sobre el hecho real y objetivo que todo hombre o mujer es persona. Es por ello que la Iglesia se siente herida cuando los derechos del hombre o mujer, cualquiera sea y en el lugar que se encuentre, son ignorados y violados, porque “si es cierto que las verdades acerca de la dignidad y los derechos humanos son patrimonio común de toda persona, nosotros encontramos en el Evangelio su expresión más plena y el motivo más fuerte para comprometernos en su defensa y promoción” (Pablo VI, Llamado Sinodal sobre los Derechos del Hombre, “L’Osservatore Romano”, 3 de noviembre de 1974, n. 44, p. 16).

2. Continuando la labor profética de Cristo, sus seguidores en la Iglesia debemos hacer cada vez más viva y operante la liberación de los pobres, de los oprimidos y marginados, para “construir un mundo donde toda persona, sin excepción de raza, religión o nacionalidad, pueda vivir una vida plenamente humana, emancipado de las servidumbres que le vienen de parte de los hombres...; un mundo donde la libertad no sea una palabra vacía” (Pablo VI, “Populorum Progressio”, Nº 47).

3. La Palabra de Dios, más que defender la propiedad privada de los medios de producción, defiende los derechos de los pobres, la justicia de los contratos, la ecuanimidad de los precios y medidas, el derecho familiar a la tierra y sus frutos; condena la avaricia y el egoísmo; asegura al pobre urgido por deudas el perdón de ellas y la recuperación de lo que por miseria debió vender; se condena el latifundio, la concentración de la riqueza y la prepotencia. “¡Qué oportunas resuenan en todas las épocas de la historia humana estas palabras de Isaías: 'Ay de los que añaden casas a casas, de los que juntan campos y campos hasta acabar al término siendo los únicos propietarios en medio de la Tierra' (Is. 5, 8)” (Cfr. Cardenal Raúl Silva Henríquez, “Los derechos humanos en el Antiguo Testamento”. Conferencia a la comunidad judía de Santiago de Chile, 29 de julio de 1965).

4. Hoy, en Chile, la lucha llevada a cabo por las comunidades mapuche ha dejado al descubierto el depredador e insaciable apetito de dinero de las empresas que operan en el país bajo el amparo de una legislación ad-hoc a sus intereses. Al mismo tiempo miles de personas son atraídas a los centros de comerciales, estimuladas por la publicidad de consumo y endeudamiento, mientras el sistema financiero avanza en desregulación de la normativa local y elimina toda política pública que pudiese significarle una eventual barrera.

Más de 80 presos que mueren quemados por el incendio de la Cárcel de San Miguel: uno de los fallecidos estaba preso por vender discos en la calle; otro, por haber robado chocolates en un supermercado; un tercero, por beber en la vía pública. ¿En qué cárcel se encuentran los dueños de las Isapres, de las AFPs, de La Polar, de los Bancos, de los centros de educación, de las mineras que lucran con el sufrimiento del pobre o eluden el pago de impuestos?. La amenaza de la Mina Los Pelambres sobre la localidad de Caimanes; cisnes exterminados por efecto de las Celulosas en Valdivia; niños y niñas intoxicados en Puchuncaví; temporeras afectadas por pesticidas internacionalmente prohibidos; termoeléctricas altamente contaminantes en más de cien lugares a lo largo del territorio nacional; invasivas mega represas, depredación de la pesca artesanal, etc...

5. Muchas pequeñas luchas locales en busca de justicia, han sido silenciadas por los medios de prensa; a menudo criminalizadas y severamente castigadas por la represión policial, a objeto de que nadie salga a las calles por el riesgo de ser golpeado, asfixiado, arrastrado, encarcelado, mordido por sus perros o aplastado por sus caballos. La aplicación de la Ley Antiterrorista al pueblo Mapuche y al llamado “Caso Bombas”, constituyen una patética muestra de arbitrariedad y amedrentamiento hacia quienes buscan la paz como fruto de la justicia.

6. Ante esta realidad, el Comité Oscar Romero (COR-Chile), recordando a San Romero de América, mártir de los derechos humanos, hace suyo su pensamiento y acción, que a ejemplo de Cristo, prestó su voz a todas las víctimas silenciosas de la injusticia, para protestar y clamar. Porque los derechos de la persona y la paz son bienes relacionados como causa y efecto. No puede haber paz donde no se respeten, se defiendan y se promuevan los Derechos Humanos.

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