martes, 3 de mayo de 2011

Comunicación, poder y cambio social

Millizen Uribe
muribe44@gmail.com

"Los medios son mensajeros no mensajes en sí" señala el autor recordando que los medios no son el objetivo final sino los instrumentos.




No hay que ser el revolucionario del año para darse cuenta cuan necesario es un cambio social en la República Dominicana. Al panorama político, social y económico le sobran las sombras. La carestía de los alimentos, la inseguridad ciudadana, la violencia común e institucional, tienen nuestra media isla hundida en la penumbra.

Y cuando se está de este "lado del charco" y entonces se tiene referencia directa de otros contextos, de otras formas de hacer políticas, de ser ciudadanos entonces las penumbras que se ciernen sobre el cielo dominicano se hacen más y más grandes.

El cambio social puede ser abordado desde diferentes perspectivas. Sobre el enfoque político sobran las teorías, unas más acertadas y simpáticas que otras, pero cómo la pregunta ¿Qué puedo hacer yo para contribuir a cambiar está realidad social? es una constante, hoy quiero reflexionar desde una perspectiva comunicacional y rescatar las ideas planteadas por uno de los sociólogos de la comunicación que a mi entender posee los juicios más acertados acerca del cambio social.

Se trata de Manuel Castells, cuyo conocimiento debo a las sugerencias de Don Carlos Pimentel, un intelectual dominicano a quien tengo el honor de contar entre mis amigos, y quien cuando hace muchos años le manifesté el interés que me suscitaba la comunicación, me dijo, con la sapiencia que le caracteriza, que Castells era uno de los autores que por obligación debía yo de leer.

Así lo hice, y es precisamente en su libro "Comunicación y poder" donde encuentro algunas respuestas. Lo primero que Castells hace es desmitificar el papel de los medios de comunicación y romper con la visión fetichista de los mismos. "Los medios son mensajeros no mensajes en sí" señala el autor recordando que los medios no son el objetivo final sino los instrumentos. Instrumentos que sirven a unos objetivos u otros y que bien pueden servir a los nuestros: al cambio social, pero que ahora mismo son muestras del poder que ostentan quienes dominan el mundo hoy por hoy.

Esto se explica porque, siguiendo las reflexiones de connotaciones macrosociales que hace Castells, el poder en la sociedad de hoy se sucede, teniendo como base la estructuración en redes, no sólo de comunicación, sino también políticas, financieras, militares y hasta las que son de índole técnicas como la de los programadores.

Esas redes no significan nada en sí mismas, sino que son sus programadores quienes las significan y resignifican, por lo tanto el poder real está en manos de ellos, que son quienes definen los elementos que componen las distintas redes.

Pero ¿Cómo puede entonces sucederse el cambio social en esta sociedad red de la que habla Castells? Siguiendo al autor este plantea la posibilidad de que el uso personalizado de la red puede ser una alternativa al modelo clásico de relaciones sociales. Esto porque: "el auge de la auto comunicación de masas aumenta la capacidad de que nosotros, la audiencia, produzcamos nuestros propios mensajes y esto potencialmente desafía el control empresarial de las comunicaciones y posee el poder de cambiar las relaciones de poder en la esfera de la comunicación".

De lo que se trata es de vencer o revolucionar la red desde la red. Y esto sólo puede hacerse con autenticidad y arrojo. Resistiéndonos a todo ese flujo comunicacional que abunda en la red con fines manipuladores y de sumisión. Rompiendo con nuestros pensamientos y actuaciones esa macro red para entonces construir una nueva red, una nueva sociedad y, por hecho, un nuevo mundo.

¿Cómo es posible esto? Ya lo dice Castells: "La mente pública se construye mediante la interconexión de mentes individuales, como la suya. Así que, si piensa de otra manera, las redes de comunicación funcionarán de otra manera, con la condición de que no sea usted solo, sino muchos, los que estemos dispuestos a construir las redes de nuestras vidas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario