domingo, 13 de marzo de 2011

La Cuaresma, una oportunidad, para encontrarnos con el Dios de la vida.

Por: Pascual Ortiz


Memoria de un misionero


Es la cuaresma entonces, una oportunidad para revisar nuestra vida y descubrir en la realidad de hoy, por donde está la ruta de la perdición y la ruta de la salvación divina; que se concreta aquí en la tierra.






Para hablar de que hay que encontrarnos con la vida, tenemos que reconocer que vivimos en una sociedad que no tiene respeto a la vida humana-natural. Donde la tecnología es utilizada mayormente para destruir al ser humano y su habita.

También debemos destacar la deshumanización que se viene dando en los hombres y las mujeres, convirtiéndose en maquinas. Confesar además, nuestra falta de coherencia de los cristianos/as…; creyentes, con el proyecto de Dios. Como parte de esta sociedad, corrompida e injusta, debemos pedirle perdón. Y aprovechar esta época de Cuaresma, para reconciliarnos, con Dios, es ser humano y la naturaleza.

Todo parece reducirse en consumir, los demás es secundario. Hay una propuesta, que no podemos ignorar. Dios quiere un mundo diferente, justo, solidario… Donde todo este en armonía con la naturaleza.

Ya lo importante, no es competir para tener poder; en la iglesia, en el partido, en la empresa, en el grupo, en la familia, en la escuela, en el gobierno, en la comunidad, en la ONG…, no importa las formas, con la mayor violencia posible mejor, caiga quien caiga. Hay tanta pobreza, que es imposible ignorarla. Pero, la propuesta del moreno de Nazaret, es que debemos ser el primero; en el servicio.

Es la cuaresma entonces, una oportunidad para revisar nuestra vida y descubrir en la realidad de hoy, por donde está la ruta de la perdición y la ruta de la salvación divina; que se concreta aquí en la tierra.

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