martes, 1 de marzo de 2011

Agenda caliente para China en presidencia del Consejo Seguridad


Escrito por Victor M. Carriba

Naciones Unidas, 1 mar (PL) China recibe hoy de Brasil la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en medio de varias agudas crisis internacionales y la sombra de una posible intervención militar en Libia.


Durante el mes que finalizó la víspera, ese órgano de 15 miembros estuvo encabezado por la embajadora brasileña, María Luiza Ribeiro Viotti, quien tuvo que lidiar con los conflictos en Costa de Marfil, Túnez, Egipto, Libia, Tailandia-Cambodia e Israel-Palestinos.

El trabajo del Consejo durante febrero cerró el pasado sábado con una maratónica sesión que acordó la aplicación de sanciones contra Libia, país inmerso en una grave crisis derivada de manifestaciones contra el gobierno del líder libio, Muamar el Gadaffi.

Después de casi nueve horas de discusiones, fue adoptada una resolución que exigió el fin inmediato de la violencia en Libia, pidió avanzar hacia la solución de las demandas de su pueblo y decretó una serie de sanciones contra ese país árabe.

La reunión remitió la situación registrada en Libia desde el 15 de febrero de 2011 al fiscal de la Corte Penal Internacional para que estudie las acusaciones contra autoridades por presuntos abusos desde el inicio de las protestas antigubernamentales.

También decretó un embargo del suministro, venta o transferencia a Libia de armas, municiones, vehículos, asistencia técnica, adiestramiento, ayuda financiera o de otro tipo relacionado con actividades militares.

Con respecto al Medio Oriente, el Consejo de Seguridad fue testigo el pasado día 18 del primer veto ejercido por Estados Unidos durante la actual administración del presidente, Barack Obama.

Ocurrió cuando su embajadora ante la ONU, Susan Rice, votó en contra de un proyecto de resolución respaldado por más de 120 países para condenar la construcción de asentamientos de colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados.

El texto recibió la aprobación de los otros 14 Estados integrantes del Consejo de Seguridad: Gran Bretaña, Francia, Rusia, China, Brasil, Colombia, Líbano, Nigeria, Gabón, Portugal, Bosnia y Herzegovina, India, Suráfrica y Alemania.

La iniciativa sometida a votación calificaba de ilegal toda la actividad de Israel en esa materia por constituir un importante obstáculo al logro de una paz basada en la solución de dos Estados.

Asimismo, demandaba a Tel Aviv el cese inmediato y completo de esas construcciones y el pleno respeto a todas sus obligaciones legales en esa materia.

Dos días antes, la misma instancia analizó la crisis en Costa de Marfil y decidió prorrogar por tres meses la estancia allí del refuerzo militar enviado en diciembre pasado a la misión de Naciones Unidas en ese país africano (Unoci).

Se trata de tres compañías de infantería y una unidad de aviación integrada por dos helicópteros militares de uso general y otros tres artillados, con sus respectivas tripulaciones, todos procedentes del destacamento de Naciones Unidas en Liberia.

La dotación de la Unoci está formada por nueve mil efectivos y enfrenta el rechazo del presidente saliente, Laurent Gbagbo, quien se niega a entregar el poder a Alassane Ouattara, declarado vencedor de las elecciones de noviembre pasado.

Con respecto al conflicto Tailandia-Cambodia, el Consejo de Seguridad se limitó a solicitar un cese al fuego permanente, expresar su preocupación por los enfrentamientos e instar a ambas partes a la máxima contención en su disputa en torno al templo Preah Vihear.

Esa postura fue anunciada después que los miembros del cuerpo escucharon a los cancilleres tailandés, Kasit Piromya, camboyano, Hor Namhong, e indonesio, Marty Natelegawa, esté último titular de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

Con el comienzo del mes de marzo, la presidencia del Consejo de Seguridad pasa a manos del representante permanente de China, Li Baodong, quien recibe una agenda cargada de asuntos de extrema gravedad.

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