domingo, 20 de febrero de 2011

La injusticia y sus acaudalados sustentadores

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Escrito por: Lilliam Ov iedo (lilliamoviedo@yahoo.es)


Y no es Marranzini el único que tiene por misión buscar argumentos para justificar que la muerte llegue a los hogares pobres franqueada por la desigualdad o de la mano de guardián dotado de un arma pero impedido de conocer su identidad y su condición.




En junio del año pasado, cuando murieron electrocutadas Angélica María Tejeda, de 28 años, y su hijita Angélica Luz Guante, de cuatro meses, el vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, CDEEE, expresó que lamenta el hecho y ordenó rescindir un contrato suministradora de equipos; pero dijo que la mayoría de los accidentes se deben a la existencia de conexiones ilegales. Conclusión: las víctimas fueron culpables. ¡Así es muy cómodo!

En septiembre, la muerte de Ramón de Jesús Pujols y su esposa Wanda Margarita Guzmán, fue motivo de lamento por parte de Marranzini (Don Celso le dicen sus allegados), pero no hay respuesta institucional a esta desgracia.

Ahora, cuando el guardián Melvin Rodríguez mató al joven Roberto Casalinovo Féliz por negarse a acatar las normas de una oficina por la cual él se consideraba estafado, don Celso expresa un lamento y dice que no tolerará abuso, pero apunta que Casalinovo no era cliente. Al final, emite declaraciones con las cuales pretende aminorar la culpa del autor material del hecho y evadir la responsabilidad de las instituciones que lo contrataron.

Y no es Marranzini el único que tiene por misión buscar argumentos para justificar que la muerte llegue a los hogares pobres franqueada por la desigualdad o de la mano de guardián dotado de un arma pero impedido de conocer su identidad y su condición.

Cabe citar a uno de sus similares. Es Carlos Morales Troncoso, el actual canciller, especialista en permanecer en la nómina del Estado y en ejercer el clientelismo en sus manifestaciones más asquerosas. Declara que, en el año 2000, cuando una patrulla mató en Guayubín seis haitianos y un dominicano, había una “refriega” entre los dos países de la isla, por el tema migratorio.

Ensaya una respuesta al embajador yanqui, y prefiere hablar boberías en lugar de comprometerse recordándole a Raúl Yzaguirre que el poder estadounidense ha protegido a jerarcas haitianos (militares y civiles) ligados al tráfico de drogas.

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