lunes, 28 de febrero de 2011

Discurso, realidad, ficción o el pellejo de Melanio

Carlos Francisco Elíasmailto:Elíascfelias@hotmail.com

No es recomendable desde el poder, en situaciones de incertidumbre, mirar la realidad exterior a partir de un sectarismo sofisticado, que implicaría desconocer la realidad social y sus consecuencias futuras.


La defensa airada de los militantes de partidos, no esconderàn la percepción masivade la situación...

Negar que hubiera un clima expectante que reclamaba del discurso presidencial respuestas, creo que esta fuera de toda discusión, se podría entender que la no objetividad que supone el partidarismo oficial, ignore con creces lo que ahora afirmo.

La entrega del discurso presidencial de este 27 de Febrero 2011, creó grandes expectativas en la población, incluso entre sus propios correligionarios del PLD, en relación con la campaña interna.

Claro, los discursos de rendición de cuentas tienen un esquema bastante ortodoxo que el actual incúmbente del poder ejecutivo, maneja cual diestro en duelo de espadas... En consecuencia, la ausencia de alusiones a la política vernácula, era de esperarse.

El rendimiento de cuentas es un resumen de las actividades ministeriales que el presidente de turno expone ante la asamblea, como si defendiera una tesis de grado, esmerado en utilizar las mejores dotes y artificios de la oratoria, adornada de cifras y cálculos, proyecciones estadísticas, que permitan convencer al auditorio externo.

( Huelga decir, siempre tendrà el apoyo incolume de los partidarios con anteojeras, no importa el resultado final )...

En cierta manera, entonces, el discurso se convierte en un referente de confusión más que de una respuesta inmediata al clima de tensiones e incertidumbres que la realidad certifica.

Hay una desconexion obvia entre discurso y realidad, veamos :

Entre tantas ponderaciones, cuando el discurso llega al tema de la educación (el ministro de dicha cartera, según la televisión, abre los ojos de modo desorbitado, casi en ascuas), el Presidente argumenta y plantea un debate internacional sobre lo cuantitativo y cualitativo de la educación internacional... Y trata de dar una respuesta enjundiosa al sector conservador de la sociedad dominicana, que amparado en el 4% quiso enviar un mensaje el Gobierno, que al parecer el gobierno solo ha querido leer desde la perspectiva de la educación y el 4%, pero que puede tener lecturas extensivas a la visión de ése sector sobre el poder actual..

Sin embargo, se hizo más que evidente que el desvió del debate de modo astuto "olvido" varias cosas fundamentales en relación a la actualidad de la crisis de gerencia en la educación dominicana, a saber:

A) El debate de los textos en relación con la transformación medalaganaria del sistema pedagógico dominicano.

B) Los reclamos de los especialistas en este sentido, Andrés L. Mateo y Manuel Núñez y una pléyade no menos significativa.

C) La crisis del desayuno escolar.

D) Y el cese del propio ministro de la cartera...

Repartidas las argumentaciones con elocuencia, quedaban en el puro olvido los temas fundamentales en relación con la crisis de educación y sus escándalos públicos, primeras páginas de medios impresos y electrónicos.

Contra toda lógica del imaginario común, mientras hablaba el Presidente los primeros planos televisivos hacia el ministro de Educación eran frecuentes, en ellos con asombro el propio ministro respiraba hondo y como es natural, aplaudía a palma batiente, porque era evidente que en el mejor escenario que tiene la nación el 27 de febrero, todas sus pifias estaban cubierta con una zapata de palabras, bien estructuradas, sobre el debate de la educación internacional, cuando la realidad exterior pedía otras rutas de análisis y cambios en Educación : ceguera y dogma, total...

No fue así, en el marco de aquellas ideas del debate internacional de la Educación, el pellejo ministerial de Melanio estaba salvado y todo el proceso crítico de la calle, los artículos, los comentarios radiales, etc., quedaron fuera de toda consideración.

La Carta pastoral de los Obispos, quedó fuera de la estima del tintero, dardos purpurados construidos a partir de la voz de la Grey, que busca en los rincones confesionales, la expresión discreta de la queja, su lamentable estado de inseguridad y falta de horizontes.

El drama de los discursos, que ni siquiera entrevén la realidad de modo mínimo, es que se desfasan, nadie descarta su elocuencia, la destreza en la construcción, su aplomo en la comunicación oral, pero no se trata de eso, de lo que se trata es de cubrir al menos la brecha, entre realidad e imaginario, que es lo que ahora no ha sucedido.

La ficción es aquel lugar donde las palabras nos llevan, sin asidero posible, sin rumbo fijo predecible, donde todo puede suceder y nada puede suceder. La ficción es el recurso posible, inmediato, cuando la realidad no deja márgenes de respuestas convincentes: así se puede resumir el rendimiento de cuentas del 27 de febrero del 2011, ni más ni menos...(CFE)

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