miércoles, 29 de diciembre de 2010

"Penetración del sicariato en las Fuerzas Armadas y en la Policía Nacional"

Sicarios con influencia


El acusado Zabala Espinosa, tenía capacidad de acción, lo que revela que le retiraron el uniforme pero no la protección de los poderosos a quienes ha servido.

Escrito por: Lilliam Oviedo (lilliamoviedo@yahoo.es)

Gran indignación, provocó el atentado, el pasado 2 de junio, contra el abogado y periodista Jordi Veras. Hoy, cuando la víctima se ha recuperado de una parte de las lesiones, es preciso destacar que el suceso dejó ver de nuevo el nivel de penetración del sicariato en las Fuerzas Armadas y en la Policía Nacional y la ausencia de ética en un ejercicio de chantaje cuyos agentes se empeñan en presentar como periodismo o comunicación social.


 
Ha sido señalado como autor intelectual del atentado el empresario Adriano Román, quien durante muchos años fue protegido por la impunidad, a pesar de que había intentado quitarle la vida a Miguelina Llaverías, quien fuera su esposa. Veras dirigió el equipo de abogados que logró la condena de Román.

Los sicarios que contrató Román, todos o casi todos, proceden de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.

Dado el descrédito de los cuerpos represivos, esto no causa sorpresa, pero pone sobre la mesa la carencia de institucionalidad y el efecto de disfrazar de disciplina militar o formación policial el acatamiento de órdenes en el ejercicio de la coerción de clase y del delito puro y simple.

El actual jefe de la Policía reconoce que hay 15 oficiales investigados y por lo menos 7 que serán cancelados. No convergen en un solo caso todos los sicarios que hay en las filas de la Policía, de modo que muchos son y los hay de alto rango.

El acusado Zabala Espinosa fue cancelado de la Policía debido al escándalo que causó en el año 2007 la ejecución de tres personas en las inmediaciones del vertedero de Duquesa. Y tenía capacidad de acción, lo que revela que le retiraron el uniforme pero no la protección de los poderosos a quienes ha servido.

Las informaciones sobre los sicarios que el 2 de junio fracasaron en el intento de matar a Jordi Veras, han salido a la luz pública porque el reconocido jurista Ramón Antonio Veras, además de ofrecer lecciones de sensibilidad y de respeto por la condición humana, ha utilizado su talento en la búsqueda de justicia para preservar la vida de su hijo y para cumplir su probado compromiso con la decencia, con la honestidad y con la lucha por la institucionalidad.

La credibilidad de Ramón Antonio Veras, Negro, hizo fracasar el intento de dañar la reputación de Jordi. Los sicarios y sus patronos, actuando como organización, quisieron aniquilarlo como profesional y como ente social... Y entraron en acción las voces pagadas y las plumas guiadas por manos inescrupulosas. Profesionales de la comunicación y abogados con proyección en medios de comunicación, (de algún modo hay que llamarles) se prestaron a asesinar la reputación de la víctima para preservar la impunidad de los victimarios.

Otra vez, se pone de manifiesto que, a la podredumbre, sólo el decoro la enfrenta.

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