domingo, 21 de noviembre de 2010

HAITI, NOS NECESITA, todos/as nos necesitamos…

Lo de HOY

Por: Pascual Ortiz

“Acercándose ellos le despertaron diciendo: “!Señor, sálvanos, que perecemos!” Diceles: “Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?” Entonces se levanto…” (Mt.8.25-27). Porque tener miedo, dominicanos/as, haitianos/as; anda levantate y juntos/as hagamos lo necesario para revertir la situación.

El terremoto fue un duro golpe para la población haitiana. Destruyo gran parte de las estructuras físicas y muchos murieron a causa del fenómeno natural, unas 250,000 víctimas. Pero, desde su llegada forzada a la isla, han tenido que sobrevivir a todo tipo de maltrato físico y natural. Y en medio del dolor han sabido reponerse y seguir hacia adelante.

Parecía, que lo vivido hasta entonces, era lo más difícil y ya había pasado lo peor, sin embargo no era así. Otra penuria llegaría, otro dolor tocaría su vida, su hogar común; la intemperie. Sobrevivir era la faena diaria, no esperaban más sufrimientos, pero llego el cólera, enfermedad maldita, que según dicen, trajeron otros a su tierra.

En la segunda ciudad del país, Cabo Haitiano, se registro el primer brote epidémico mortal del cólera. Que ya ha causado la muerte de 1,186 personas y hay unas 19,500 personas afectadas. Según el informe de la Organización Panamericana de la Salud, OPS.

Las promesas de la ayuda ofrecida por las potencias desarrollada de Europa y Estados Unidos, que por motivo del terremoto hicieron, a un no han llegado. Y ahora, delante de la epidemia del cólera vuelven a prometer más ayuda al país caribeño, de Haití. Es una práctica vieja, saquear ofrecer ayuda y esa ayuda, efectiva y real no llega. Promesas y mas promesas…

La Republica Dominicana y Haití compartimos y vivimos en una misma isla. La frontera es un punto imaginario, que existe políticamente, pero ella no es en sí misma un muro de contención, que evita la libre circulación de las personas. Y tener un control estricto es imposible, claro se puede regular la emigración, pero eso no se ha hecho. Por ello, se hace necesario tener atención de los haitianos/as que estén en nuestro país. Debemos respetar su dignidad, exigir al gobierno y a la población dominicana tomar las medidas de sanidad necesaria para evitar el que se infecten y se propague el cólera en el país.

Es cierto que la realidad social y sanitaria del país, son muy diferente a la realidad que vive el hermano pueblo de Haití. Pero, no por ello debemos dejar de tomar las debidas previsiones en el país y sobre todo cada familia debe de reforzar en el hogar la higiene, a la hora de preparar e ingerir los alimentos.

La Republica Dominicana ha venido tomando las precauciones necesaria para reguardar el paso de los ciudadanos/as haitianos/as. Viene realizando un programa de prevención, orientación y tomado medidas sanitarias para evitar la propagación de la enfermedad, en el país. Sin embargo, ya se han confirmado varios casos y se hacen los análisis pertinentes de otros, para confirmar el diagnostico.

Haití nos necesita, todos nos necesitamos, que la sensatez y la solidaridad se haga manifiesta de nuevo, en este otro momento crítico, para el hermano pueblo de Haití. Es justa y necesaria la preocupación y el temor a esta terrible enfermedad. Pero, juntos/as podemos mitigar sus efectos y propagación.











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