martes, 5 de octubre de 2010

Los Objetivos del Milenio y la mortalidad materna

Escrito por: JESÚS FERIS IGLESIAS

En el 2007 se hace una evaluación del desempeño de los comités de muertes evitables y determina que 78% de las muertes maternas eran evitables, por análisis de los comités de discusión de cómo evitar las muertes y el 59% de los casos considerados evitables estuvieron ligados principalmente a la responsabilidad hospitalaria y médica.





Cuando el gobierno de la República Dominicana suscribió en las Naciones Unidas el compromiso de disminuir la mortalidad materna, entre los demás Objetivos del Milenio, de inmediato se comenzó a analizar las causas por las cuales la mortalidad materna era tan alta y proponer planes para su disminución. Sin embargo, en el 2007 se hace una evaluación del desempeño de los comités de muertes evitables y determina que 78% de las muertes maternas eran evitables, por análisis de los comités de discusión de cómo evitar las muertes y el 59% de los casos considerados evitables estuvieron ligados principalmente a la responsabilidad hospitalaria y médica.



Los factores con mayor peso en la causa de las muertes maternas fueron la multiparidad, escasa vigilancia post parto y por lo tanto, mala calidad de la atención. Las principales recomendaciones estuvieron dirigidas a acciones de recursos humanos, mejoría de la calidad; a necesidades insatisfechas de insumos y falta de unidades de atención críticas; a solucionar problemas de logística y a mejorar el desempeño de la red de atención. En conclusión sólo se ejecutó el 10% de las recomendaciones establecidas por los comités de cómo evitar las muertes maternas.



Los resultados por la falta de acción gubernamental y falta de recursos para los necesarios cursos de educación médica permanente, insumos y unidades de cuidados críticos, entre otras, es que la mortalidad materna nuestra oficialmente de 159/100,000 nacidos vivos, cuando el compromiso fue disminuirla a 55/100,000 nacidos vivos. Y este fracaso fue anunciado por el presidente Fernández, a pesar de haber elaborado el Plan nacional de reducción de la mortalidad materna e infantil del 2004 al 2008; Plan nacional de normalización; Plan nacional de mejoría de la calidad en los servicios de salud; Desarrollo de estrategias para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio; Desarrollo de un nuevo modelo de atención en salud, creación de las Unidades de Atención Primaria, promulgación de la Ley General de Salud y Ley que crea el Sistema de Seguridad Social, Convenios de Gestión, tratando de lograr un mayor grado de autonomía y eficiencia de los centros de salud.



La mayoría de estos esfuerzos se han quedado solamente en escritura, sin ser desarrollados y algunos desarrollados a medias. No se han puesto en marcha las unidades de atención primaria, ni las leyes generales de salud y la que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social, manteniendo ilegalmente el obsoleto Código Trujillo de Salud. Por otro lado, todos estos esfuerzos ameritan una mayor inversión en salud y de manera sostenida. Sin embargo, lo que hemos visto ha sido todo lo contrario, la disminución de la inversión en salud a cifras irrisorias si la comparamos con los países del área de Centroamérica y el Caribe como Costa Rica por ejemplo, que invierte 9.6% del PIB en salud mientras que aquí, la inversión es de 1.3% del PIB. El país del 2004 al 2009 incrementó sus ingresos tributarios en 197% que unido a los préstamos internos y externos se elevaron a 241%, el más alto de América Latina y el Caribe. Si el presidente Fernández hubiera tenido la Salud y la Educación como su prioridad, es decir el desarrollo humano como prioritario, otras cifras fueran exhibidas hoy; sin embargo, estas razones y no otras, son las que han motivado que continuemos teniendo una elevada mortalidad materna. Los lectores deben ponderar muy bien si es verdad que este gobierno y su presidente, desean el desarrollo del país o el desarrollo de los que están en el gobierno.

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