Luis Tejero. elmundo.es
Dilma Rousseff dio este domingo un paso más hacia su objetivo de ocupar el enorme vacío que dejará Luiz Inácio Lula da Silva en 2011, pero no consiguió el apoyo suficiente para evitar la segunda vuelta del próximo 31 de octubre contra el opositor José Serra.
Con más del 99% escrutado, la ex guerrillera y ex ministra de 62 años queda lejos de la barrera de la mitad más uno de los votos exigida para vencer a la primera.
En las primeras elecciones sin Lula en más de dos décadas, la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) Dilma acumula más de 47 millones de votos (46,8%) frente a los 33 millones (32,6%) de su adversario del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
La todavía favorita para heredar el legado de Lula compareció ante la prensa cuando ya no tenía opciones de superar el 50%. Y aunque intentó quitar hierro a la relativa decepción, su rostro no mostraba ni un signo de felicidad.
"Afrontaré la segunda vuelta con mucha garra y mucha energía", afirmó. "Tendré oportunidad de presentar más mis propuestas, tanto de erradicación de la miseria como de desarrollo del país para asegurar tasas elevadas de crecimiento".
Batacazo de los sondeos
Los resultados provisionales significan un sorprendente fracaso de la inmensa mayoría de las encuestas publicadas en las últimas semanas, que casi siempre pronosticaron la victoria de Dilma con al menos la mitad más uno de los votos.
Olvidada la posibilidad de zanjar la batalla al primer intento, la aspirante de la izquierda deberá medirse dentro de cuatro domingos al opositor Serra, quien a sus 68 años afronta probablemente la última oportunidad de culminar sus aspiraciones presidenciales. El desempeño en las urnas del ex gobernador de São Paulo se situó finalmente dos o tres puntos por encima de lo esperado.
La 'ola verde' de Marina
Marina Silva.
AP
Pero el recuento, sobre todo, dejó claro que la espectacular remontada protagonizada en la recta final por la también ex ministra Marina Silva no era sólo un espejismo. La abanderada del Partido Verde (PV), con apenas un 8% o 9% hace escasas tres semanas, alcanzó un respaldo del 19,3% en las urnas y se consolidó como una alternativa para el futuro.
La ecologista, quien abandonó el Gobierno de Lula hace dos años, defendió que el PV debata el apoyo a Dilma o Serra escuchando a intelectuales, artistas y otros sectores de la sociedad.
La aspirante más joven, 52 años, se mostró satisfecha por su campaña: "Esta jornada nos deja feliz y nos hace sentir una profunda victoria. Brasil ha oído nuestra petición de pensárselo dos veces".
Aún falta por hablar ante los medios el candidato del PSDB. Por la mañana, cuando acudió a votar, no consiguió ocultar sus nervios ante una urna electrónica en São Paulo y reprodujo su guión hablando de "esperanza" y "confianza". "Brasil no tiene dueño, el dueño es el pueblo", proclamó el menos madrugador de los candidatos. "Si Dios quiere, vamos a la segunda vuelta por el bien de Brasil".
Lula y Chávez
No será la primera vez que el gigante sudamericano deba celebrar una nueva votación. De hecho, el propio Lula nunca venció a la primera en sus cinco campañas consecutivas y así lo subrayó este domingo para quitar presión a su heredera en el PT. "Yo no gané en la primera vuelta ni en 2002 ni en 2006", recordó. "Lo importante es que Dilma está en una situación muy privilegiada".
Otro espaldarazo para la candidata 'petista', aunque quizá envenenado, llegó de la mano de Hugo Chávez. El presidente venezolano se atrevió con el portugués en Twitter para insistir en el apoyo que ya le ha reiterado en numerosas ocasiones. "La victoria popular que Brasil escribe hoy es la victoria de la unidad sudamericana", escribió. "Viva Dilma, viva Brasil, viva el Partido de los Trabajadores".
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