jueves, 17 de junio de 2010

Rodríguez Pimentel lo sabe

Diógenes Pina.
dpina@clave.com

Desaguisados como el que pretendía el funcionario no pueden tener cabida en la sociedad de hoy, la cual tiene bien definidos los caminos de quien se siente agraviado.

Cuando se intenta coartar los derechos de un periodista o de un medio la acción no se limita al espacio particular del afectado, va más allá. Llega a las entrañas mismas de la democracia, que se apoya en la opinión pública y en una opinión que surja del seno de los públicos que la expresan, como lo plantea Giovanni Sartori. Cuando Héctor Rodríguez Pimentel intenta aplicar mordazas a Alicia Ortega y sus medios pretende burlar ese entramado fundamental sobre el que se sustenta la democracia.

Desaguisados como el que pretendía el funcionario no pueden tener cabida en la sociedad de hoy, la cual tiene bien definidos los caminos de quien se siente agraviado.

La época de las persecuciones, desapariciones, encarcelamientos y bravuconadas en contra periodistas y medios quedó atrás. Rodríguez Pimentel lo sabe, por eso pretendía los mismos fines a través de otros medios, pero se encontró con una sociedad cobijada en democracia que sabe del valor de la opinión pública.

No hay comentarios:

Publicar un comentario