martes, 1 de junio de 2010

'Es una masacre; un ataque contra la paz mundial'

Fran Martínez
Estambul

El primer ministro Recep Tayip Erdogan ha manifestado en el Parlamento turco su profundo malestar al ataque israelí de ayer, en aguas internacionales, sobre la flotilla internacional (liderada por una ONG turca), con unas contundentes declaraciones.


"Ha sido una masacre; un ataque contra la legalidad internacional, la paz mundial y la conciencia de la humanidad", ha dicho Erdogan -tras una reunión de urgencia con el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor y el director del servicio de Inteligencia-, exigiendo a continuación "un castigo" y el levantamiento, "cuanto antes, del inhumano embargo contra Gaza".

"Estamos hartos de sus mentiras. Israel no puede limpiar la sangre con excusas", ha sentenciado el premier en un duro discurso.

Mientras, en Estambul, al igual que ayer, la sede de la ONG organizadora del convoy ha estado esta mañana a rebosar. Las familias de las víctimas buscaban noticias y consuelo. Lo segundo lo encontraron, lo primero no. "Queremos que nos digan que sólo está herido. Tiene dos hijos y una mujer, no puede haber muerto", lamenta Erkal, asustada porque aún se desconoce el número real de víctimas. Según el subdirector de la ONG, Yavuz Dede, incluso había un bebé de 18 meses entre los 581 pasajeros del 'Mavi Mármara'.

Decenas de familias se han trasladado esta mañana al consulado de Israel en Estambul, donde acamparán hasta que las autoridades israelíes les den explicaciones por lo acontecido.

"Nosotros no hemos dado ninguna instrucción al IHH", asegura el ministro Bulent Arinc, quien niega cualquier implicación directa del gobierno turco en el convoy.

400 de los pasajeros son turcos

Un total de 400 de los 581 pasajeros del barco asaltado son turcos y la principal organización del convoy también es turca. La ONG Fundación de Ayuda Humanitaria, Derechos Humanos y Libertades (IHH) fue fundada en 1994 con motivo de la guerra de Bosnia, con el objetivo de socorrer a las víctimas musulmanas de los ataques serbios.

Desde entonces se ha extendido a unos 120 países y zonas en conflicto, entre ellos, Chechenia y Pakistán.

Entre sus principales proyectos destaca la creación de escuelas y la construcción de hospitales y mezquitas, aunque también suministra medicinas y materiales de construcción, y desarrolla programas de vigilancia de los derechos humanos en varios países musulmanes.

Israel acusa a dicha agencia no sólo de financiar a Hamas sino de cooperar con la yihad internacional. El IHH es miembro consultivo del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas y es legal en todo el mundo excepto en Israel, donde sus actividades fueron prohibidas en 2008.

El entramado del IHHEl IHH se ha beneficiado del ascenso en Turquía del AKP de Erdogan y de la recuperación de la identidad musulmana en la esfera pública turca. Su financiación está ligada al 'zakat', una norma religiosa que obliga a dar limosna a los creyentes musulmanes.

Las críticas que el primer ministro Erdogan ha lanzado en varias ocasiones contra Israel también han ayudado a que el IHH extienda sus vínculos sociales y políticos dentro de Turquía. De hecho, si este intento de romper el bloqueo de Gaza ha tenido tanta repercusión ha sido por el respaldo de un país a los activistas, además de por las muertes.

'La flotilla de la libertad' ha sido el noveno intento de romper ese bloqueo, aunque en esta ocasión el convoy era especialmente grande y estaba muy bien organizado, con periodistas de medios como Al Yazira a bordo y seguimiento instantáneo en blog y Twitter.

De hecho, el asalto de ayer también tuvo su parte cibernética, ya que la página web de la IHH fue bloqueado por un 'pirata informático'.

Aunque sea de forma indirecta, es la primera vez que un país no árabe tiene un conflicto con Israel.

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