Muchos de los programas de asistencia social que funcionan en este momento parten de la lógica de crear lealtades y promocionar figuras como las de los presidentes, congresistas, ministros o primeras damas, asegura el PNUD en un estudio que dará a conocer la próxima semana.
El Programa de las Naciones Unidas Para del Desarrollo (PNUD) recomienda al Gobierno encaminar las acciones a la asistencia social bajo la aplicación de una serie de criterios que eviten el citado problema.
El PNUD cuestiona la discriminación a los haitianos.
En ese sentido, asegura que los programas de asistencia deben estar conectados con programas universales en el área de la salud, la educación y el trabajo.
“Durante los últimos 40 años del siglo XX los programas de asistencia social se multiplicaron bajo una lógica político-clientelar que no consiguió su objetivo de reducir la pobreza”, dice.
Aunque el organismo reconoce el Programa Solidaridad como “un paso de avance” en comparación con los tradicionales, por su formulación y definición de objetivo y población, apunta que el mismo carece de “mecanismos de veeduría social que garanticen transparencia”.
Indica que a Solidaridad tiene además otros desafíos por superar, entre los que cita el retraso en el cumplimiento de las corresponsabilidades, ausencia de mecanismos de asistencia para madres durante el embarazo o que impulsen la equidad de género en los hogares.
Recomienda que el Gabinete de Coordinación de la Política Social (GCPS) debe tener funciones de coordinación y no de ejecución, como sucede en la actualidad.
El informe plantea además que el 45,9% de los empleos nuevos creados en el país entre 2000 y 2007 corresponde a trabajos domésticos, peluquerías, colmados y choferes, renglones de muy baja productividad. En términos absolutos de los 72 mil nuevos empleos creados en ese periodo el 46% fue creado en esas cuatro categorías. “Ese dato evidencia la mala calidad de los nuevos empleos, el escaso impacto en el desarrollo humano y lo poco que contribuyen a lograr una inserción exitosa en la economía mundial”, al anunciar el informe “Política social: capacidades y derechos”, que presentará el miércoles 9.
Discriminación
Los derechos de los haitianos son vulnerados
El PNUD asegura que los migrantes haitianos y sus descendientes han conformado históricamente “un grupo o minoría excluida y discriminada en República Dominicana”. Recuerda que en el pasado reciente la mayoría estaba confinada a los bateyes de los centrales azucareros y fincas agrícolas y ganaderas, sometidas a precarias condiciones socio-económicas y de vida en estos asentamientos de población y sus formas de sociabilidad se restringían al mundo de los cañaverales, bateyes agrícolas y fincas. El PNUD asegura que los inmigrantes haitianos no constituyen un grupo homogéneo en términos socio-económico. Cita datos de la encuesta IH-2002 que señala que el 20% más pobres de los inmigrantes disponía del 2.3% del ingreso y el 20% más rico participaba del 44.4%. Destaca que “parte de los inmigrantes haitianos y sus descendientes nacidos en territorio dominicano ha sido víctima de práctica que vulneran sus derechos humanos, especialmente sus derechos civiles y sociales como consecuencia de su situación de irregularidad migratoria, su origen nacional y de raza”. Recuerda las deportaciones “masivas indiscriminadas” y la exclusión de la nacionalidad dominicana a personas de ascendencia haitiana nacidas en el país. “La situación de la inmigración haitiana es, sin duda, uno de los principales desafíos que tiene el desarrollo humano. La situación social de este grupo es en general peor que la del 20% más pobre de la población dominicana”.
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