miércoles, 30 de junio de 2010

¿De cuál escuela?



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¿Cómo puede esperar el Presidente Fernández que este país ofrezca una educación universitaria con mucho acceso tecnológico para que las grandes masas se eduquen si estas grandes masas no reciben una educación básica y media de calidad?






En el congreso Virtual Educa que se está desarrollando en la Universidad Autónoma de Santo Domingo el Presidente Leonel Fernández afirmó en el discurso inaugural: “Esto debe ser el gran tema de Virtual Educa, porque el mundo no puede seguir en la inequidad o la desigualdad que resulta de la calidad de la educación, porque tendremos egresados de primera que representan los núcleos gobernantes de cada sociedad y los de segundo están destinados a jugar un rol de subordinación”.

Resulta significativo que el presidente Leonel Fernández esté tan interesado en las diferencias que existen en el acceso a una educación universitaria de calidad en los distintos estratos sociales. Mucho más aún que reconozca las desigualdades sociales existentes en países como el nuestro.

Habría que preguntarle al presidente Fernández si habla como Presidente de un país que tiene una de las más bajas inversiones en educación de América Latina y con los estándares más bajos en la calidad de la educación, él tiene una gran cuota de responsabilidad en ello.

¿Cómo puede esperar el Presidente Fernández que este país ofrezca una educación universitaria con mucho acceso tecnológico para que las grandes masas se eduquen si estas grandes masas no reciben una educación básica y media de calidad?

Los problemas de calidad en la educación universitaria tienen mucho que ver con la calidad de la educación media y básica. Nuestros estudiantes están llegando a las universidades con serias deficiencias en lectoescritura y en los niveles mínimos de destrezas cognitivas de razonamiento lógico-matemático de: análisis, síntesis, comparación y construcción de conocimientos. Sin estas herramientas cognitivas no se puede esperar que un estudiante adquiera conocimientos aún cuando estos vengan del Internet, un Ipod o un Blackberry como destaca el Presidente.

Las escuelas y liceos dominicanos no tienen en su mayoría energía eléctrica, ni baños, ni agua potable y menos aún recursos didácticos modernos. Nuestra población estudiantil aprende con tiza y borrador sentados muchas veces debajo de un árbol, en blocks, en cartones en el piso o con sillas traídas de las casas. En muchos liceos observamos los estudiantes hacinados en el salón de acto en el que reciben clases tres cursos de 70 estudiantes cada uno divididos en Playwood porque no hay aulas suficientes.

En las condiciones en que se encuentran nuestras escuelas de educación básica y media no se puede hablar de educación de calidad y menos aún de avances tecnológicos. Un país que se mantiene la mitad del día con grandes apagones y donde la lluvia atraviesa los hoyos de zinc de los techos de las escuelas (se pueden observar escuelas en épocas de lluvias con cubos para recoger el agua) no está ni cerca del desarrollo tecnológico y de competitividad en los niveles en que habla el Presidente Fernández. Menos aún cuando los maestros y maestras ganan salarios de miseria y viven en la miseria.

La educación dominicana está todavía muy lejos de acercarse a estos estándares de calidad y aunque se hacen grandes esfuerzos por esconder la realidad de repitencia, deserción y sobreedad existente en las escuelas, eso no significa que no se produzcan. Hay que agregar a estas condiciones una escuela que maltrata a los estudiantes, donde estos reciben golpes con varas, reglas o correas para corregir sus conductas.

La educación dominicana no ha sido una prioridad para el Presidente Fernández ni para ningún presidente ni gobierno que hemos tenido. En este gobierno se le disminuyó el presupuesto a educación y recibe menos del 2% del PIB (cuando debería recibir un 4% según la Ley de Educación). Un gobierno que recauda mucho dinero y que está invirtiendo en líneas de metro y obras de infraestructura concentradas en Santo Domingo más que lo que invierte en Educación y Salud juntos en todo el país.

Educación es una capacidad fundamental para el desarrollo humano, la negación del acceso a una educación de calidad a la población infantil y juvenil de la R.D. es una responsabilidad del estado dominicano.

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