Lo de Hoy
Por Pascual Ortiz
San Ignacio de
Sabaneta, S, R. Se inició
este 15 de Septiembre la novena a Nuestra Señora de Las Mercedes, patrona de la
parroquia ubicada en Los Tomines. Está dedicada este año a las familias de la provincia de Santiago
Rodríguez.
Es una gran oportunidad, que nos brinda esta novena, a cada
familia. Es una invitación de renovación de bendición y unión conyugal. Esperamos
que las parejas puedan encontrarse con su amor primario, que quizás por el
tiempo, los desencuentros, los problemas que presenta la vida, este en la
gaveta del corazón.
Es una fiesta de esperanza, amor, perdón, de encuentro con
esa realidad que vive la familia en la sociedad y desde esa realidad fortalecer
lo que une esa relación. Desterrando de la familia y su vida cotidiana todo a aquellos
que los des une, que le hace alejarse el uno del otro.
El motivo entonces de celebrar nuestra fe, en esta novena; es
dejar que el alfarero que nos trajo al mundo conduzca los encuentro que cada
noche viviremos en cada eucaristía. Que María interceda y las familias de hoy
puedan decir como ella, que se haga la voluntad de Dios, en cada hogar, en cada
familia.
Que debemos de hacer entonces? Reflexionar, ver cómo va la relación
familiar. Como van creciendo los hijos/as y cuáles son sus intereses en la
vida. Como lo vamos educando, que le estamos enseñando con nuestro ejemplo.
Sabemos que esto que planteamos, no está en la agenda de las
mayorías de las familias, creyente y no creyente. Que hay otros valores, otros
intereses, donde lo más importante no es la familia, sino la empresa que vende
y compra el espectáculo, que dirige y conduce los sueños y necesidades humanas.
En la familia no se puede evadir las situaciones que la daña,
que la destruye y que se impone por todos los medios. Por eso vemos como la
novena a Nuestra Señora de las Mercedes, se le impone a la fuerza una
celebración de corrupción y seducciones cargada de violencia, drogas, bebidas alcohólicas
e inducción a temprana edad al consumo de estos productos que destruyen
familias y relaciones comunitarias. En
el Parque Juan Rosado.
Todas estas seducciones que han venido confundiendo y
poniendo a mendigar cualquier amor de pareja y las relaciones humanas. Situación
está que han puesto a la familia, a no dialogar, sin espacios de fiestas sanas
y momento de felicidad fecunda. Vemos como las relaciones en los hogares se
destrozan. Papa y mama van sin verse, viven y comen junto sin hablarse. Entonces como pedir a los
hijos/as que se hablen, como dialogar si los guías papa y mama no dialogan ni
se comprenden.
Se debe empezar, entonces por ahí. Papa y mama deben de
dialogar. Encontrarse de nuevo. Volver a las primeras miradas, a los primeros
sentimientos. Tomar de nuevo la etapa en que uno era el confidente del otro.
Como dice una amiga, pero es que tienen tanto tiempo que no
se miran, que se hablan solo lo necesario. Que se
aguantan por los hijos/as. Por los suegros, hermanos, amigos. O por los
intereses económico que junto han acumulado y cuidando el qué dirán…
Pero yo siempre vuelvo y le digo. Sea por lo que sea, que
bueno que todavía están junto. Eso hace que el retorno al encuentro, no sea tan
traumático, porque si están bajo el mismo techo, “están junto”.
El tiempo pasado, no se ha perdido si se sabe vivir el
presente. Solo hay que disponerse y que todo los que se haga pase por la
balanza de la familia. Lo que haga, quiero hacer, beneficia a la familia o me
beneficia solo a mí, a otro particular o empresa. Los tiempos que se comparte
con sus amigos/as. Todo debe de evaluarse y si daña a la familia, eso se debe
de dejar.
El amor de la pareja, debe
ser llevado al altar de Dios, para que su bendición divina entre en el
hogar y todo el bien social que se promueva entre las pareja, sea para su bien.
Para que el amor no se vea como pasajero y temporal. Todo puede pasar, no así
el amor en la pareja y los hijos/as son los regalos que Dios pone en sus manos,
de alfarera/o. Tómense de las manos y juntos con sus hijos/as, nietos/as
empiecen de nuevo, porque nada es imposible, si esta Dios presente.
Les invito de nuevo a vivir esta novena, con una motivación de
fe, para salvar el amor de la pareja y con ello mantener a la familia ella;
papa, mama y los hijos/as unida.
Vamos a conocer, cuanto nos ama la madre de Jesús. Que tan
importante somos para ella. No dejemos pasar esta oportunidad. Que nos alcance
su bendición, dejemos que ella le hable al corazón de nuestra familia.
Sabes, romper la rutina que divide a la pareja y destruye a
la familia; solo es posible si nos dejamos guiar, ayudar. Solo la madre de Jesús,
hizo que el convirtiera el agua en vino, el agua sucia en limpia. Ella
intercede por ti, por tu pareja, por tu familia.
Ven, ella nos invita a esta fiesta, no te quede en el mismo
lugar, cambiar para bien. Hazlo por lo que más quiere o quería. Tú esposa, tu
esposo, por ti, por los dos; por sus hijos/as. Lo que tienen o lo que tienen
que venir.
“La oración en familia
es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe pascual. Se pueden
concentrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo, decirle
las cosas que preocupan, rogar por las necesidades
familiares, orar por alguno que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda
para amar, darle gracias por la vida y por las cosas buenas pedirle a la Virgen
que proteja con su manto de madre. Con palabras sencillas, ese momento de
oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Las diversas expresiones de la
piedad popular son un tesoro de espiritualidad para muchas familias. El camino
comunitario de oración alcanza su culminación participando juntos de la Eucaristía,
especialmente en medio del reposo dominical. Jesús llama a la puerta de familia
para compartir con ella la cena eucarística (cf. Ap 3,20). Allí, los esposos
pueden volver siempre a sellar la alianza pascual que lo ha unido y que refleja
la Alianza que Dios selló con la
humanidad en la Cruz. La Eucaristía es el sacramento de la nueva Alianza donde
se actualiza la acción redentora de Cristo (cf. Lc 22,20). Así se advierten los
lazos íntimos que existen entre la vida matrimonial y la Eucaristía. El
alimento de la Eucaristía es fuerza y estímulo para vivir cada día la alianza
matrimonial como “Iglesia doméstica”. 318
Documento Pontificio, AMORIS LAETITIA-EL AMOR EN LA FAMILIA.
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